Ocho años sin Enrique Curiel, un hombre de paz
Artículo publicado en Diario 16, Periodista Digital, El Confidencial Digital y Gara en 2 de Marzo 2019.
El 2 de Marzo de hace ocho años perdimos
un gran político, un gran amigo: Enrique Curiel. Una figura clave para entender
nuestra historia reciente escrita con su lucha antifranquista, pasando por su militancia
en el PCE primero y en el PSOE hasta su muerte. Tratado injustamente en ambos
como suele pasar con las gentes brillantes y libres.
Sirvan estas breves y sentidas líneas como
un recuerdo personal y político. Pretenden ser sólo un pequeño
homenaje, mi reconocimiento, desde el cariño y respeto hacia quien compartí
instantes diferentes de la historia de nuestro país, desde la lucha estudiantil
de los 70, pasando por nuestra común militancia comunista, el tránsito hacia el
PSOE y en los últimos 25 años un esfuerzo común y continuado: el intento por
conseguir la paz.
Era un político de los que ya no se ven
hoy en día: inteligente, reflexivo, honesto, dialogante, de izquierdas de los
de verdad, pero sobre todo era una excelente persona repleta de humanidad, de
sentido común. Por eso en el momento de su muerte, en su glosario, se juntaron
firmas tan diversas como Beiras, Carrillo, Zabaleta, Barrena, Benegas, o
Elorza. Gentes que vivieron en primera persona su esfuerzo para aportar
soluciones para España, Euskadi, o Catalunya.
Quiero resaltar especialmente ese trabajo
a favor de la paz, del diálogo entre diferentes e incluso entre muy diferentes,
como vía de entendimiento y por tanto de solución de conflictos. Algún día se
escribirá esa historia, su historia, esa que viví con él en primera persona.
Quizás sea capaz de escribir el libro, en
el que ambos teníamos previsto lanzar a la opinión pública información sobre lo
ocurrido en aquella época, allí aparecerán nombres como Zapatero, Borrell,
Almunia, Zabaleta, Barrena y especialmente Rubalcaba, siempre Rubalcaba.
Se fue sin terminarla pero quiero y debo
dejar constancia de ese esfuerzo, que espero sea reconocido algún día por
quienes desde los diferentes lugares de la política tienen constancia de ello. Yo
sí lo hago desde un lado y otro de las orillas de este río antes de
aguas turbulentas y ahora remansadas. Porque siempre se esforzó en construir
puentes por los que transitar y comunicarnos.
Nos deja su legado, especialmente sus
numerosos escritos sobre el “problema vasco”, también sobre el “problema
catalán” realizados con lucidez, audacia (no siempre comprendida) y
generosidad, mucha generosidad, ésa que tanto necesitamos hoy. Escritos en la
prensa vasca, gallega, o española, no siempre comprendidos pero sí respetados.
Hoy sería feliz observando que todo ello sirvió para llegar al momento actual y
probablemente ahora seguiría batallando por la convivencia.
Durante esos 25 años se empeñó en un final
sin vencedores ni vencidos, consciente de que para llegar todos
debíamos dejar “pelos en la gatera”, también de que lo más difícil sería la
reconciliación desde el perdón, la reparación y la generosidad.
En sus innumerables viajes a Euskadi y
Navarra aprendió a conocer y respetar estas tierras, sus costumbres, su
gastronomía, sus fiestas y sobre todo sus gentes. Se convirtió en un embajador,
que didácticamente intentaba explicar allí por donde iba el llamado “conflicto
vasco”. En especial desde su militancia socialista y en su trabajo
como profesor de la Facultad de Políticas de Madrid.
También el tema catalán le preocupó, en un
momento en el que ya comenzaba la deriva del PP al presentar su recurso contra
el Estatut ante el TC. En sus numerosos escritos sobre el tema, abogaba por
buscar soluciones definitivas a las tensiones centro-periferia heredadas de una
Transición, en la que él fue protagonista desde su puesto de vicesecretario del
PCE.
Ya entonces defendía abrir un nuevo
proceso constituyente que nos llevara a un Estado Federal Plurinacional, así como
buscar encaje legal para algo que le parecía vital como el derecho a decidir.
Fue así un adelantado que tuvo que sufrir como consecuencia de ello
incomprensiones y desdenes, especialmente en su etapa de militancia socialista.
Fue el inventor del término “casa común de
la izquierda” para referirse al PSOE, en un vano intento de hacer posible en su
seno la convivencia de gentes plurales, como las que llegamos desde nuestra
militancia comunista a través de su “Fundación Europa”. Fracasó en ese intento
y así siempre fuimos considerados como extraños en su seno.
Gallego de nacimiento, madrileño de
vivencia, vasco de adopción y catalán de análisis. Esas cuatro realidades le
hicieron más comprensivo, sensato, mucho más que quien escribe estas líneas a
quien achacó innumerables veces su actitud lenguaraz y libertaria. Ha sido la
persona con quien más he discutido en mi larga vida, pero en esos debates, no
siempre confluyentes, se fue fraguando una amistad inquebrantable que solo su
muerte pudo romper.
Hoy seguro que analizaría cada paso dado
por ETA feliz por su disolución, se felicitaría de los de la
Izquierda Abertzale, discreparía de la parálisis del Estado en el tema de los
presos y Catalunya, apostaría en el caso de los vascos por su acercamiento
inmediato y probablemente, aunque esto no lo dijera públicamente, de la de
nuestro partido.
También en contra de la judicialización de
la política, o de que gentes como Junkeras estuvieran en la cárcel y ahora
siendo juzgados. Porque Enrique pertenecía a una estirpe de políticos de otra
época.
Agur Enrique, amigo y compañero, adeu de
nuevo en este octavo aniversario, adiós con el recuerdo del profundo dolor y
vacío que me produjo tu marcha.
Continuaré incansable como me reclamabas
tu lucha, pero al mismo tiempo desde estas líneas vuelvo a alzar mi voz para
reivindicar tu legado, para clamar por el reconocimiento de tu inmensa labor a
favor de la paz y la convivencia, entre las diferentes naciones que conforman
este país complejo. Quizás el Gobierno Vasco debiera recoger la iniciativa y
subsanar este injusto olvido.
Ocho años después de tu pérdida tu bandera
sigue y seguirá alzada.
Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex
parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 1 Marzo 2019
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