Dos días de Julio: De la pasión, a la desilusión, el desencanto, indignación, para terminar en recuperación y futuro.
He decidido esperar unos días para evitar que mis
pasiones desatadas, pudieran nublar la lucidez que se le exige a esta reflexión
sobre lo ocurrido en el PSOE los pasados 25 y 26 de Julio. Dos días intensos
llenos de acontecimientos y también de sensaciones y sentimientos.
El largo y caluroso debate habido el viernes entre los
grupos de apoyo a José Antonio Pérez
Tapias, una parte importante perteneciente a IS pero también otra que no, nos
hizo salir hacia el congreso llenos de ilusión y pasión. Ilusión porque algo
nuevo comenzaba a emerger, algo que allí quedamos en consolidar el próximo
Septiembre. Pérez Tapias y sus propuestas habían servido como revulsivo para
despertar, unir, ilusionar a movimientos dispersos de la izquierda del PSOE,
incluso a quienes nos han ido abandonando durante los últimos tiempos desmoralizados
con la deriva de un socialismo demasiado indiferenciado del PP. Pasión que
despertaba deseos de pelear por una izquierda consolidada, transversal, plural,
que sea capaz de poder ser mayoría en un próximo futuro.
Para ello en septiembre deberemos poner dosis
enormes de imaginación, audacia y sobre todo generosidad, para que nazca algo
nuevo, ilusionante que permita a todas y todos encontrarnos cómodos en su seno.
IS es quizás un traje demasiado estrecho, con la imagen de residual,
minoritario y en algún momento del pasado complaciente que puede no servir para
ese futuro. Por eso se reclama
generosidad a la hora de construir un nuevo proyecto, se llame como apuntaba el
propio Pérez Tapias en un reciente artículo Socialista de Izquierda, o de otra
manera. Una especia de nueva “casa común” de TODA la izquierda de dentro del
PSOE, que además permita un diálogo fluido con la de fuera (Podemos, IU, Bildu,
ERC etc.)
Así nos encaminamos el
sábado al Hotel donde se iba a desarrollar lo que podía ser un 39 Congreso histórico,
algunos incluso soñábamos con un nuevo Suresnes. Error, grave error, lo
acontecido allí, al menos desde lo que yo palpé, fue un “más de los mismo”
imposible de ocultar incluso con el esfuerzo de marketing que se utilizó. Ni
siquiera el entusiasmo forzado de sus incondicionales, evitó la sensación de que
volvíamos a cometer los mismos errores, los mismos déficits democráticos,
comenzando porque quien allí mandaba realmente lo dejó meridianamente claro
desde el inicio. La intervención con la que Susana Díaz abrió el congreso, ni
por su forma, duración, ni por el fondo, fue puramente protocolaría como se le
debía de exigir, sino una más propia de un líder que exponía su programa. Si yo
hubiera sido Pedro Sánchez me habría indignado, aunque supongo que él no dadas
sus dependencias. Comenzar su andadura como SG del PSOE con esa sensación de
tutelaje, que luego quedó patente también en la elección su ejecutiva, resulta
una mala noticia, muy mala, para nuestro partido.
Lo que ocurrió después
resulta más propio de una película de terror. Desde la falta de diálogo, de
integración de los seguidores de Madina y Pérez Tapias, hasta la propia
constitución de una ejecutiva plagada de dinosaurios políticos, de gentes que
había que colocar de alguna manera y de parámetros territoriales y no
ideológicos.
Que gentes como Patxi
López, Pere Navarro, César Luena, o lo que es peor Roberto Jiménez, que han
llevado a nuestro partido en sus lugares de origen casi a la extinción estén
ahí, no sólo abre las carnes a las gentes sensatas de dentro y fuera, sino que
además resulta un error de consecuencias incalculables.
Después de esa jornada
la pasión del viernes se convirtió en desilusión, en decepción, aún más después
de los debates que en el seno del numeroso colectivo de apoyo a Pérez Tapias,
por encima del centenar, se dieron sobre si entrar o no en la lista al Comité
Federal después de la marginación y la falta de respeto demostrada por Sánchez
y su equipo sobre la hipotética integración en la Ejecutiva Federal. Ningunearnos
en este tema debiera haber invalidado cualquier atisbo de participación.
Lamentablemente no fue así y después de comportamientos que debieran alejarse
de nuestra praxis política, un cierto oscurantismo, e incluso quizás algún chantaje,
la decisión por poca diferencia y con el ambiente caldeado fue participar con 9
compañeras y compañeros. Una pírrica victoria más aún después de conocer que se
pasaba de elegir 70 miembros como estaba previsto a nada menos que 109, con lo
que nuestro porcentaje quedaba en los mínimos admisibles. Nuevamente decepción
y desmoralización y algún abandono, aunque por mi parte he pasado página de
manera definitiva justo en el instante de tomar una decisión, que aunque no
comparto, acato y respeto.
El balance por tanto de
ese día de cónclave, resultaba decepcionante en todos los terrenos posibles del
análisis político y en algunos del personal. En lo positivo haber luchado junto
a gente excepcional y al lado de un político de altura, una de esas “rara avis”
que de vez en cuando aparecen en el desértico panorama político actual: José
Antonio Pérez Tapias. Afortunadamente él
mantiene la bandera erguida recordándole desde el primer instante a nuestro
flamante SG sus compromisos incumplidos, el abandono de las primarias, el
desvarío ante la situación en Catalunya, olvidarse rápidamente del llamado al
giro a la izquierda, insistiendo en un centro ya inexistente. Leer las
declaraciones de PS después del rápido “síndrome de Estocolmo” que le ha
producido sus entrevistas con Rajoy y Felipe VI nos abren las carnes a las
gentes de izquierda que aún habitamos el PSOE. Decir que “estoy dispuesto a
pactar con Rajoy lo que sea beneficioso para los españoles” recuerda demasiado
a la temido “gran coalición”. Ante eso Pérez Tapias sale con rapidez para
mantener vivas las esperanzas de un PSOE a la izquierda.
Después, la vuelta a
casa, la recuperación física y mental, lamerse las heridas preguntándose si
merece la pena seguir en la lucha, o si simplemente este partido no tiene
remedio y acababa de firmar su sentencia de muerte.
Creo sinceramente que
la gente más lúcida es consciente, que de lo salido de allí no sirve para
responder a las demandas de nuestra base social. Acabar de un plumazo con las
primarias, lanzar mensajes vacíos de contenido y sólo marketing de poca altura,
no resultan suficientes para salir de nuestra situación de coma inducido. Somos
conscientes de que en Mayo nos espera un nuevo batacazo y quizás algún
estratega ya lo contemple, pensando que la nueva solución de emergencia se
llamará entonces Susana Díaz, a quien todos mirarán como última salvación para
las generales. El problema será si, consolidada esa hipótesis, la debacle se
produce de nuevo.
Para entonces y ese es
el trabajo que nuevamente me saca de la depresión y el hastío, de la desmoralización
y me recupera para esa nueva batalla, la izquierda debe estar ya organizada,
fortalecida, que ese nuevo proyecto de Socialistas de Izquierda o como quiera
denominarse pueda ser, ésta vez sí, la salvación del PSOE antes de su inexorable
extinción. Que la izquierda por fin lidere el partido en torno a un José
Antonio Pérez Tapias que ha dado pruebas suficientes de saber hacerlo, de saber conectar con las demandas de nuestra base social.
Ese ingente trabajo
necesita de dosis profundas de audacia, imaginación y generosidad, mucha
generosidad para ser capaces de abandonar los lugares acomodados en un pequeño
lugar, en una pequeña aldea, para trasladarnos a otro más amplio, confortable, novedoso
y luminoso donde podamos compartir, encontrándonos tod@s cómod@s, con el resto
de compañer@s de la izquierda esa última batalla. Un proyecto que nazca con
esperanzas de ser mayoritario, primero en el PSOE y luego en la sociedad. En
eso vamos a estar los próximos meses, por eso termina el título con "recuperación y futuro"………………
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN, actual militante del PSC)
Villava-Atarrabia 1
Agosto 2014
Comentarios
Publicar un comentario