¿Viene la era Jeremy Corbyn?
Artículo publicado en Navarra Información el 13 Octubre 2015
Hace ya demasiados años
que la izquierda europea está necesitada de un revulsivo, de una verdadera
revolución interna. El fiasco de Alexis Tsipras después del espejismo que
supuso su victoria en Grecia nos volvía a sumir en una depresión cercana a la
melancolía.
Tradicionalmente las
alegrías en los últimos 35 años venían de España con el triunfo sorpresivo de
Felipe González en 1982, Italia, Portugal, o Francia aunque después llegaran a
resultar frustrantes. Pero nos faltaba el mundo anglosajón, porque Tony Blair
apenas dejó el buen sabor y no es poco, del valiente proceso de paz en Irlanda.
Ahora de manera
sorprendente nos despertamos con el descubrimiento de una figura como Jeremy
Corbyn, que acaba de arrasar hace apenas dos semanas en las primarias del
Partido Laborista y que ha conseguido en ese tiempo aumentar su afiliación en
50.000 ciudadanos y ciudadanas. No sólo por su victoria sino porque demás haya
sido tan aplastante. Un 59,5 % de apoyo que contrasta con el apenas 4,5 % del
candidato apadrinado por Blair.
Supone un verdadero
terremoto en el Partido Laborista inglés, pero también en la izquierda europea
que hace apenas unos días ni siquiera lo conocía, salvo quienes nos interesamos
por su estado de salud actual cercano al colapso hasta hace apenas unas horas.
Resulta curioso por un lado que lo acusen de izquierdista cuando lo único que
hace es usar el sentido común de quienes realmente se sienten de izquierdas
(existe mucho camuflado en nuestras filas, por no decir que la mayoría de
nuestros dirigentes lo son).
Pero existen preguntas
que debemos hacernos ante esta acusación: ¿Manifestarse contra las políticas de
austeridad de la derecha lo es? ¿Hacerlo contra la guerra y a favor de la paz
mundial? ¿Qué en 32 años de militancia no haya accedido a ningún ministerio precisamente
por su defensa de posiciones nítidamente de izquierdas? ¿Oponerse a cualquier
recorte en el Estado del Bienestar es ser izquierdista? ¿Abogar por imponer más
impuestos a las grandes fortunas o controlar la banca? De ser así reconozco que
también soy Corbyn, yo también soy un peligroso izquierdista al que los
aparatos de los partidos deben exterminar.
Por otro lado que esta
figura ilusionante sea alguien con 66 años y una larga militancia de base
también resulta un elemento a tener en cuenta. Últimamente se ha puesto de moda
erróneamente despreciar lo que los jovenzuelos imbérberes que van llegando a la
actividad política consideran una rémora. Tener más de 50 años, no digamos 60,
te sitúa fuera de la moda, de la órbita del poder ignorando que como Corbyn la
esencia de la izquierda, sus valores, sus raíces ideológicas, están
precisamente ahí, en esas edades y él lo acaba de demostrar.
Pero no es la única
buena noticia que nos viene de las islas. Además de la victoria de Corbyn
también en las primarias a la alcaldía de Londres el vencedor ha sido el
candidato más a la izquierda: Sadiq Khan hijo de inmigrantes paquistaníes, lo
que le da otro aliciente más en un momento de profunda crisis en Europa sobre
los refugiados.
¿Puede suponer estas
elecciones un giro, un cambio en la izquierda europea?
Quizás si en Grecia se
abre paso la alternativa presentada por Yanis Varoufakis, otra de sus figuras
emergentes, que supone un verdadero “plan B para Europa”, si es capaz de
impregnar en ella a un tibio Tsipras, o en Francia surgen alternativas a un
derechoso Holande, en Italia a otro como Mateo Renzi y en España hubiera
vencido en las primarias del PSOE nuestro Corbyn propio, José Antonio Pérez
Tapias, que hubiera hecho innecesaria la aparición de Podemos. Así se podría
haber puesto en marcha un gran frente de izquierdas novedoso e ilusionante.
Por eso en una reciente
entrevista en la prensa decía con tono profético: “Si hubiera sido elegido SG
del PSOE habrían dicho de mí que era una amenaza, como señaló Cameron de Corbyn
cuando fue elegido”. Probablemente fuera así, pero quizás también que en apenas
un mes hubiera habido 50.000 nuevas afiliaciones como ha ocurrido en el Partido
Laborista inglés.
Pero no debemos tirar
la toalla. Pedro Sánchez no es Pérez Tapias pero quizás los resultados
electorales le empujen a que se le parezca bastante, a que asuma sus propuestas.
Ya es sabido el carácter camaleónico de estos jovenzuelos, si esa
transformación obligada para poder acceder al poder es hacia la izquierda
bienvenido sea. Si es producto de que para poder gobernar, para consolidarse
como líder le empujan a ello, también.
Hoy Corbyn ilusiona a
quienes defendemos que la izquierda debe ser izquierda, que asumir posturas
pragmáticas contra nuestra base ideológica acaba siendo un error y lo que es
peor, una traición. Demasiado pragmatismo que acaba llevando a los partidos de
izquierdas a asumir los postulados de quienes deberían ser sus enemigos. Ese
fue el final del mandato de Zapatero, deberíamos haber aprendido ya esa
lección.
En estos difíciles
momentos el Partido Laborista, sus bases, nos indican el camino, ojalá sepamos
entenderlo y lo que es más importante recorrerlo con ellos.
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Afiliado al PSC viviendo en Navarra)
Villava-Atarrabia 12
Octubre 2015
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