El PSOE en su encrucijada


Artículo publicado en DEIA el 24 Julio 2014

Este próximo fin de semana se celebra un Congreso Extraordinario vital en la larga historia del centenario PSOE. Va a ser la culminación de mes y medio apasionante donde han salido todas las contradicciones, confrontaciones dialécticas que conviven en su seno y que le atormentan en los últimos tiempos.

Quizás sea el más importante que vaya a celebrar desde Suresnes, en ambos llegaba a un cruce de caminos después de una larga zozobra. De aquel se salió, después de un incruento golpe de estado organizativo e ideológico, con un sentimiento de renovación. Aunque no siempre que se renueva algo significa que se vaya a mejorar, pero aquella nueva generación de socialistas del “interior” le llevaron a años de poder institucional, aunque queda algunas dudas de si con acierto ideológico. El pragmatismo de los jóvenes sevillanos le llevó a victorias electorales pero también a una paulatina desideologización. Le escoró peligrosamente hacia un centro, donde según los expertos en demoscopia, estaba el caladero de votos más importante, pero fue dejando de ser una referencia clara de izquierda.

Ahora está en otro momento histórico, en otra encrucijada, después de vivir los peores momentos de su reciente historia, tras una cadena de descalabros electorales y una pérdida creciente de confianza en su eficacia para defender los intereses de su base social. Las dimisiones en cadena tras el último descalabro de las elecciones europeas y la deriva en su andadura política lo han llevado a la misma.



Todo ello después de un ilusionante proceso de primarias para elegir al próximo Secretario General que debe ser confirmado, se supone que por aclamación, estos próximos días. Un proceso que comenzó muy bien al ser una profundización de la democracia interna, el “un militante, un voto” calaba en el sentir de las bases, pero que ha acabado regular por las dudas abiertas ante los viejos vicios, las arcaicas resistencias de unos “aparatos” que se resisten a desaparecer, ni siquiera a adaptarse a los nuevos tiempos.

La elección de un Pedro Sánchez excesivamente centrado en lo ideológico y que aparece como el favorito de los poderes internos y lo que resulta más preocupante, externos, no ha generado la ilusión, el entusiasmo incluso que suscitó la sorprendente elección de Borrell. Aquello se entendió como la rebelión de las bases, esto como el triunfo del “más de lo mismo”, la sensación de que todo queda atado y bien atado.

Ajenos al sentir de una parte importante de la militancia, la mayoría (entre los derrotados Madina y Pérez Tapias han obtenido un 52 % de apoyos) y especialmente a una base social que lo abandona en masa y que no parece que este resultado pueda atraer de nuevo, más bien que la sangría continuará en las próximas citas electorales.



Dos reflexiones surgen al hilo de estos resultados:

1.- La aparición de un ala izquierda representada con nitidez por los planteamientos de Pérez Tapias que demuestran que no hace falta ser joven para tener nuevas y refrescantes ideas. Republicanismo, federalismo, respeto al “derecho a decidir”, de construir un estado plurinacional, recuperación de la memoria histórica, defensa de una banca pública, o la bicefalia y normas internas participativas como que al menos un 40 % de los órganos consultivos no sean puestos institucionales. Un discurso que no se había escuchado en el socialismo español desde la II República y que despierta ilusión, entusiasmo, pasión en un sector amplio de nuestra base social.

Un ala izquierda que no sólo se debe cuantificar en el 15 % obtenido por Tapias, sino que es más amplia al haber optado muchos de ellos por el que consideraban voto útil a Madina ante la figura excesivamente centrista de Sánchez.

Un ala izquierda que se ha consolidado, con dificultades y trabas en el reciente proceso de elección de delegad@s a éste cónclave socialista y que tiene el gran reto de consolidarse, estructurarse, organizarse y posiblemente reinventarse con un nuevo nombre como “Socialistas de izquierda” que ya apunta con acierto su líder Pérez Tapias y que sea capaz de atraer a esa izquierda de dentro y fuera del PSOE. De atraer no sólo a las gentes del interior, también a aquellos cuadros que nos han abandonado en los últimos años decepcionados por su deriva ideológica.



2.- La débil situación de un Pedro Sánchez que al ser una alternativa urgente ante la caída voluntaria de la favorita, Susana Díaz, nace con los apoyos prestados y probablemente con caducidad establecida.
Escribía hace unos días una advertencia dirigida al propio Pedro Sánchez: “Cuídate de los Idus de Marzo (Mayo)” y lo argumentaba señalando que probablemente el diseño de ciertos poderes fuera que conscientes de no dar tiempo a reaccionar ante la inmediatez de las elecciones autonómicas y municipales (Mayo 2015), un nuevo fracaso electoral adquiriría una mayor probabilidad y como consecuencia el debilitamiento del recién elegido SG. En ese supuesto podría surgir un clamor a favor de que sea el propio original del proyecto: Susana Díaz quien venga a salvarlos encabezando las listas en las generales posteriores.

El problema puede venir si como parece también posible, en esas generales se produzca un nuevo batacazo, o al menos no la recuperación exigida. Es en ese instante cuando, si ha hecho sus deberes, o sea si se ha consolidado, organizado y atraído a los sectores más dinámicos del socialismo, Socialistas de Izquierda puede surgir no solo como la gran esperanza del PSOE sino también de la izquierda de este país. Algo capaz de conseguir la vieja aspiración de unidad de esa izquierda tradicionalmente confrontada, esterilizada en eternas luchas. Crear un frente de acción común con IU y Podemos, incluso con la izquierda transversal de Bildu, o ERC daría expresión a una vieja aspiración de nuestra base social, además de fortalecer la comunicación con el mundo sindical, en especial UGT donde militan la mayoría de nuestros compañeras y compañeros y  también CC.OO.

Pero en el entreacto de van a desarrollar también los congresos regionales, o nacionales, excepto el del PSC ya realizado y que aupado a un veterano Miquel Iceta a sus SG, al parecer de acuerdo con los sectores más nacionalistas de socialismo catalán que añora recuperar la vieja confluencia entre sus dos almas conseguida antaño por Pasqual Maragall. Sería muy positivo para el socialismo que Iceta lo lograra.



En concreto los del PSE y PSN también sumidos en una profunda crisis interna y de apoyo electoral que auguran una difícil salida, mucho más si se apuntan al viejo esquema de “cambiar algo para que nada cambie”. La sociedad vasca y navarra reclama a ambos profundos cambios en sus estructuras y en su línea programática. O escuchan esa demanda o la vía hacia su extinción estará más próxima.

Especial relieve adquiere lo que pueda ocurrir en un PSN que aún no se ha recuperado del terremoto ocurrido el pasado Marzo. Traicionar las expectativas de cambio de una parte importante de la sociedad navarra, de la mayoría de sus bese social les exigen medidas contundentes, transformadoras en personas e ideas. Después de los resultados en las europeas ha quedado de manifiesto que ya IU y Podemos les pisan los talones por la izquierda y se corre el riesgo incluso de no resultar necesario para la realización de ese esperado cambio. Convertirse en sexta fuerza política detrás de UPN, Bildu, Geroa Bai y ahora Izquierda-Ezkerra y Podemos es el paso previo a su desaparición.

Lo ocurrido en el congresillo del pasado sábado, presentar una lista encabezada por su desgastado y desprestigiado Roberto Jiménez, no parece apuntar que estén escuchando el mensaje. La colaboración cómplice de un miembro de Izquierda Socialista incluyéndose en esa lista, rompiendo así una vieja tradición de confrontación con la dirección actual, resulta también un error de bulto gravísimo. Si se intenta salir de esta compleja situación con viejas caras y viejas propuestas el final estará muy próximo. Sólo desde una profunda renovación, regeneración, con un mensaje nítidamente de izquierda, rompiendo con claridad sus vínculos con UPN y  abriendo cauces de colaboración con el resto de la izquierda transversal evitará su desastre.

El PSOE, el PSN, PSE y el resto de sus organizaciones están en una encrucijada definitiva. La izquierda de este país se juega una parte de su futuro en función del camino que tomen. Veremos…………..

Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN y actual militante del PSC)
Villava-Atarrabia 21 Julio 2014





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