PSN/PSOE: Idus de marzo para Navarra
Artículo publicado en DEIA el 7 Marzo, 2014.
Las fotos que acompañan son algunos de los rostros de la traición....
Ferraz se
descuelga a través de un frío comunicado con el que “prohibe” seguir con la
moción de censura. “Prohíbe”. ¡Qué horror! ¡Qué fea palabra partiendo de
socialistas!
NAVARRA, tierra de gentes valientes, altivas, dignas,
llevaba sufriendo con resignación y un punto de esperanza el esperpento, el
culebrón, que empezó a rodar el PSN a través de su secretario general, Roberto
Jiménez, hace dos semanas cuando anunció a bombo y platillo, que las
irregularidades, que había denunciado Idoia Nieves, por parte de la consejera
de Hacienda del Gobierno de Yolanda Barcina, Lourdes Goicoechea, iban a
conducir a la presentación de una moción de censura y la creación de un
gobierno provisional que nos llevara a elecciones anticipadas al Parlamento
navarro el 25 de mayo, coincidiendo con las elecciones europeas.
“O Barcina se va o la echaremos”, espetó el valiente
Jiménez, que en los últimos días nos ha regalado perlas como ésa, o “el PSN soy
yo”, y las ha culminado con la más novedosa a la vista de su pasado reciente:
“Con Barcina ni nos sentamos hoy ni nos sentaremos nunca”. Suelen decir que uno
es dueño de sus silencios y preso de sus palabras y supongo que en el momento
en el que escribo estas líneas estará maldiciendo el día que se le ocurrió
pronunciarlas.
Parecía que esta vez sí, que a diferencia de lo ocurrido
en 2007 el cambio era posible, que habría moción de censura con los votos de
Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra y Bildu para, a través de un gobierno interino,
llevarnos a lo que la ciudadanía navarra demanda hace ya mucho tiempo:
elecciones anticipadas coincidiendo con las europeas.
Digo que parecía porque conociendo a mi partido, el PSOE,
que tiene un funcionamiento manu
militari heredero de un
pasado que ya debía estar superado, si no hubiese sido así lo lógico era que el
ínclito Jiménez no habría dado ni un paso más, porque habría recibido una
inmediata llamada de Ferraz que lo habría puesto en posición de firmes. Pero
eso no ocurrió. Se constituyó la comisión de investigación parlamentaria, que
demostró las irregularidades cometidas; se habló de que ante éstas la decisión
de seguir adelante con la moción continuaba vigente; se iniciaron rondas con el
resto de partidos, excepto Bildu en un error estratégico de libro... y con el
silencio, parecía que cómplice, de Ferraz.
Merece una breve reflexión esa exclusión que a la postre
ha sido determinante a la hora de tomar una decisión tan radical. El PSOE nos
tiene acostumbrados a tomar decisiones solo con elementos de análisis tácticos,
puramente electorales, en las que el peso de las principales federaciones,
especialmente las andaluzas, es decisivo. Pasó en 2007 con la presión de Chaves
y ha pasado ahora según todos los indicios por la de Susana Díaz, que entiende
que la imagen de un movimiento con Bildu, aunque solo sea uniendo votos, puede
pasarle factura en la próximas elecciones autonómicas, o más cerca en las
europeas.
Funcionan con táctica y olvidan que los grandes cambios
políticos y sociales se producen a través de las estratégicas, como hacen los
partidos de la izquierda que se precien de serlo. El error que el PSOE viene
cometiendo en los últimos tiempos es no haber hecho una labor pedagógica
profunda para explicar a la ciudadanía española que desde que los políticos vencieron
en una apuesta audaz y valiente a los militares en el seno de la izquierda
abertzale todo es posible. Que la práctica desaparición de ETA, el caminar por
la senda democrática de dicha IA, la aceptación de que solo métodos pacíficos
serán utilizados, les sitúa como una partido más, además de nuestro entorno, la
izquierda, y por tanto que se puede hablar, negociar, pactar e incluso montar
gobiernos en un futuro próximo.
Un error, éste sí estratégico, que nos está costando muy
caro, porque la falta de valentía, de claridad, permite a la brunete mediática machacarnos en situaciones como las
ocurridas en Navarra.
Además, ese error lo está cometiendo Alfredo Pérez
Rubalcaba, quien durante más de 20 años ha estado al tanto de todo lo que
ocurría por aquí, especialmente después de la famosa comida en Leitza de 1999
en el caserío de Patxi Zabaleta, a la que le acompañé junto a Enrique Curiel.
En aquella mesa, gentes como Joseba Permach, o Pernando Barrena tuvieron
ocasión de ponerle al día. Y después de innumerable contactos, conversaciones,
intercambios de pareceres, de los que él estaba absolutamente informado, ¿cómo
es posible que ahora haya cometido este error de bulto tan grave?
Pero la percepción inicial de que todo iba sobre ruedas
se ha truncado justo la noche anterior a que el máximos organismo entre
congresos, el Comité Regional del PSN, fuera a aprobar, como parecía previsible
por unanimidad, seguir esa “hoja de ruta”. Esa noche Ferraz se descuelga a
través del peor sistema posible, un frío comunicado, con que “prohibe” seguir
con la moción de censura. “Prohíbe”. ¡Qué horror! ¡Qué fea palabra partiendo de
socialistas, de gentes que se supone de izquierdas! Y digo que se supone porque
tengo serias dudas de que sea así.
A partir de ahí, el terremoto político y social,
llamadas, comentarios, mensajes, con un denominador común: la indignación, el
cabreo de propios y extraños, de todos menos de Yolanda Barcina y sus
mariachis, de los poderes fácticos económicos, financieros, religioso (aquí el
Opus manda mucho) y mediáticos.
Ahora viene el epílogo, la escena final del sainete. ¿Qué
pasará? Lo lógico, si la sangre corre aún por las venas de los miembros del
PSN, sería una verdadera revolución interna que llevara a dirigentes,
parlamentarios y parlamentarias a presentar esa moción de censura y continuar
adelante hasta las elecciones anticipadas. ¿Que tendría consecuencias?
Inevitablemente. Ni siquiera la poderosa federación del PSC osó hacerlo. Pero
sería una salida digna, con la cabeza alta. Aunque supusiera la salida de la
política de todos ellos. Ya se sabe que Ferraz no paga a traidores.
La otra opción, la de acatar la orden y parar el proceso
a la espera de que sea Barcina quien convoque las elecciones anticipadas,
supone un desprestigio político y especialmente social de dimensiones
apocalípticas. ¿Quizás la desaparición del PSN o, al menos, su conversión en un
partido residual? Sería una pésima noticia para Navarra, que necesita un
partido de izquierda estatal sólido y fuerte para guardar el necesario equilibrio
y transversalidad.
Pero hay también consecuencias personales. Al plegarse a
la injerencia de Ferraz, Roberto Jiménez, Lizarbe, éstos dos especialmente,
Caro… su ejecutiva y el resto de parlamentarios deberían dejar sus cargos
inmediatamente, abandonar el PSN como consecuencia del descrédito al que le han
llevado. De lo contrario, la indignación de la sociedad navarra les llegará a
la cara. Queda también por ver cómo queda el crédito de la dignidad de los
miembros del CR. Solo si hubieran impuesto, y lo hubieran podido hacer a través
de una propuesta alternativa, seguir adelante; éste quedaría a salvo. Solo si
se hubieran rebelado contra la dictadura de Ferraz habrían evitado que su
indignidad les manche para siempre. De lo contrario, deberán seguir el camino
de los anteriores y permitir una verdadera regeneración de un partido que no
merece ser dirigido de esa manera ni por esas gentes.
En el idus de marzo del 44 a.c. asesinaron a Julio César
gracias a la traición de los más próximos. En éste, el sacrificado justo de
igual manera es el PSN.
Dices que Navarra necesita un partido de izquierda estatal solido y fuerte.
ResponderEliminarPara qué?
Ahora la Moción de censura, en 2007 el llamado agostazo y entre otras, el voto en contra de mantener el encierro txiki por disciplina de partido ante la "orden de Madrid". Para eso un partido estatal (porqué no lo llamas español directamente)?
No gracias.