Catalunya: ¿qué hacer?
Egun on, buenos días, bon dia, me levanto con la resaca de
la DIADA de ayer. Imágenes, datos, cantidades, declaraciones más o menos
afortunadas, actos violentos fascistas, dan para una reflexión mucho más
profunda. Pero no quiero dejar de expresar mis sensaciones aunque más tarde las
desarrolle con más sensatez quizás.
Hace años, mi querido y respetado Enrique Curiel charlaba
conmigo sobre la necesidad de resolver uno de los problemas que dejó pendientes
la Transición: las tensiones centro-periferia. Por entonces solo Euskadi
avisaba de la posible fractura si no se hacía algo sólido, un país en el que
todos nos sintiéramos cómodos. Se dejó pasar esa ocasión y las torpezas de
algunos ante el frustrado y frustrante Estatut aprobado en Catalunya ha vuelto
a “despertar a la bicha”. La impugnación torpe y temeraria del PP, la sentencia
del TC y el oportunismo insensato de Artur Mas nos han conducido a una
situación extremadamente difícil.
Mi permanencia en Catalunya cuatro años me ha permitido
observar la transformación que estos hechos han causado en capas importantes de
su población, incluso aquellos que han llegado de otros lugares como Andalucía
y Extremadura vieron en las iniciativas del PP y la cita sentencia una
agresión, una injerencia inadmisible. Era el principio del tsunami posterior
que se expresó primero en la gran manifestación en su contra y posteriormente
en la de la DIADA del pasado año. Ver ayer a gentes que conozco por su
moderación política portando banderas independentistas y comentar a favor de
ella me indica que esos errores nos llevan a todos a una situación
extremadamente difícil. Que esas gentes olviden la nefasta gestión de CiU, del
gobierno inoperante de Mas, de sus casos de corrupción, de sus recortes,
agresiones seguidistas a la sanidad y la enseñanza pública, centrándose solo en
el deso secesionista indica que la mayoría de la ciudadanía catalana no se
siente cómoda en este país.
Se habla mucho de la necesidad de una segunda Transición, de
la necesidad de explorar experiencias como las de los Pactos de la Moncloa.
Segundas partes nunca fueron buenas pero la llamada de atención que viene de
Catalunya debe ser escuchada, reflexionada y tenida en cuenta por el estado,
por el PP y el PSOE, por Rajoy y su gobierno. Haríamos mal en dar largas a un
problema que cuanto más tiempo pasa sin resolver más se enquista.
Siempre he defendido que el derecho a decidir es un derecho
inalienable, que está en el acervo de la izquierda, sistemáticamente ha
presentado enmiendas para su aceptación en los diferentes congresos del PSOE
con nulo resultado. Ahora es el momento de aceptarlo, de que la izquierda,
ausente ayer, despierte y lidere la solución para este problema, antes que la
gigantesca ola que se está formando nos arrastre a todos. Creo en ese derecho y
también que se debe de ejercer con inteligencia, en el momento adecuado, e indudablemente
esto no lo es.
La ciudadanía catalana debe saber, alguien debe explicárselo
machaconamente como lo hacen los otros, las consecuencias de su SÍ en un
hipotético referéndum de secesión. Las consecuencias económicas, sociales,
políticas en el seno de una UE que tiene las normas muy claras al respecto. La
derecha catalana hábilmente, con la complicidad de una parte de la izquierda y
la ausencia de otra, está utilizando este tema para cubrir, para tapar una
política económica calcada a la de Rajoy y Merkel y esa izquierda ni está ni se
la espera, entretenida en el dilema independentismo sí o no. La derecha
catalana es y se comporta exactamente igual que la española. . ¿Alguien es tan
ingenuo de pensar que la política económica de CiU cambiaría en una Catalunya
independiente? El error para la izquierda es situar el debate en el tema
nacional, cuando se debe expresar en términos de confrontación
izquierda-derecha.
El día de ayer también dio la lamentable imagen de un grupo
de fascistas españolistas irrumpiendo en un acto de la DIADA en Madrid. Gritos,
empujones, agresiones, gases….una imagen lamentable que echa más leña al fuego.
¿Qué hacer? Como preguntaba Lenin. Difícil respuesta, antes
que nada las izquierdas deben ponerse de acuerdo. Resulta impensable que ERC,
PSC e IC lo hagan, pero deberían de intentarlo. Ponerse de acuerdo en liderar
una salida razonable a esta crisis, liderarlo allí en Catalunya y en el Estado.
Dejarse de una vez de debatir si son galos o podencos los que nos vienen
encima. Son perros y si no reaccionamos nos comerán, a nosotros y a la ciudadanía
que debemos representar y defender sus intereses, esa ciudadanía que sufre las
agresiones del PP y de CiU, en España y también en Catalunya.
Veremos qué pasa en los próximos meses pero hoy en el día
después soy absolutamente pesimista.
Cuando uno tiene claro quién es el enemigo principal a abatir, este Estado Monárquico neo franquista, el que hacer no nos debe preocupar puesto que está bien clarito. Quizás ayude este enlace tomar postura.
ResponderEliminarhttp://beniezuma.blogspot.com.br/2015/09/la-fiebre-independentista-carcoma-para.html