Elecciones en Euskadi: ¿ahora qué?
Artículo publicado en DEIA el 31 Octubre 2012
El pasado domingo las
elecciones en Euskadi reflejan los nuevos tiempos a los que nos han llevado,
por un lado la crisis, sus responsables, sus cómplices, o simplemente quienes
no han podido o no han sabido afrontarla con una perspectiva de izquierdas y
por otro el proceso imparable hacia la paz iniciado con la declaración de ETA
que el día anterior cumplió su primer aniversario. También aquí con sus
protagonistas, sus agentes activos, sus “favorecedores”.
Todo ello ha influido
indudablemente en su resultado, de manera justa en algún caso y profundamente
injusta en otros. Batasuna, con su nueva franquicia Bildu ha recibido el
espaldarazo, el apoyo de una parte importante de la sociedad que ha reconocido
así el esfuerzo realizado durante los últimos dos años en su pulso,
afortunadamente ganado en parte, frente a ETA. Ha quedado demostrado con ese
apoyo que los que iniciaron la senda elaborada en la iniciativa Bateragune
tenían razón, que eliminar el lastre que les suponía la violencia irracional e
injusta les deparaba un apoyo que aún desconocemos qué límite va a tener.
Solo lamentar que
quienes lideraron aquella valiente apuesta, Arnaldo Otegi, Rafa Díez Usabiaga,
Miren Zabaleta y otros, hayan visto sus resultados desde la cárcel, o alejados
de la primera línea social y política.
Aún queda mucho camino
que recorrer, pero también cada día está más próxima la paz definitiva. Ahora
si Batasuna es capaz de ganar su último pulso con ETA: cual es el organigrama
que va a funcionar a partir de este momento, si es lo militar quien dirige
políticamente al resto de las tres patas, Bildu, LAB y Segi, o si tal y como
defienden los ideólogos que diseñaron Bateragune, son ellos los que dirigen y
ETA va debajo y lógicamente al perder su papel protagonista solo le quedaría la
opción de su desaparición, su extinción.
En esta última batalla
es fundamental lo que ocurra con los presos, por eso si se confirman los
insistentes rumores de que Hollande prepara en Francia un movimiento para
llevar a los presos de ETA en ese país a cárceles próximas a los Pirineos,
teniendo en cuenta su extensión sería un movimiento que tendrá más de
escenificación, esto permitiría una presión asfixiante sobre Rajoy para
conseguir la misma medida en nuestro país y por tanto un nuevo activo al haber
de Batasuna.
Solo les quedaría para
cerrar el circulo conseguir en ese momento el desarme, aunque solo fuera
simbólico, de lo poco que aún les queda y su retirada a los cuarteles de
invierno. Así las próximas elecciones europeas, que hay que recordar tienen un
ámbito electoral de colegio único, les presentarían también ante los electores
españoles como una fuerza política emergente, exclusivamente política, autora
del final de una violencia que todos repudiaban. Un buen resultada, con
representación incluida, en ellas, más el que parece cada día más probable
adelanto de las elecciones en Navarra (aquí parece que el PSN urgido por sus
sucesivos descalabros ha cambiado el rumbo), con su lógica y se supone que
importante entrada en su Parlamento, terminaría por culminar la fantástica
estrategia diseñada en su día por quienes algunos pensaron eran visionarios, o
simples embusteros.
Por otro lado el
descalabro del PP y PSN, injusto porque a veces la ciudadanía no capta el
trabajo realizado, los sitúa especialmente al segundo en una difícil situación.
No parece justo que gentes como Patxi López o Basagoiti que han racionalizado
el discurso y la praxis de los partidos denominados constitucionalistas, haya
tenido un castigo tan excesivo, tan severo. Pero la crisis y especialmente
quienes los ciudadanos consideran responsables de no saber solucionarla: el PP
ahora y el PSOE antes, ha pasado su factura y como consecuencia las bofetadas
dirigidas a Rajoy y Zapatero se las han llevado Basagoiti y López. Éste último
quedando prácticamente desactivado tanto en el ámbito vasco como en el estatal.
Si se tenía diseñada alguna operación en torno a su figura el descalabro
sufrido la rompe en mil pedazos. Creo y defiendo que el futuro del PSOE pasa por
otros escenarios y por otras personas, algunas también del ámbito de aquí.
Por último el
triunfador: el PNV. Un triunfador a medias, porque los resultados no han sido
ni los esperados, ni los deseados, pero que también en esta caso demuestran que
la estrategia diseñada en su tiempo por Iosu Jon Imaz y continuada exitosamente
por Iñigo Urkullu les ha llevado a buen puerto. Nuevamente recuperan el mando
de la nave y vuelven a Ajuria Enea, en minoría mayoritaria es cierto y con poco
margen de movimiento ya que la única opción sensata serían los pactos puntuales
con PSE, pero el fantástico discurso que su líder realizó la noche electoral
hace prever una buena andadura. Urkullu emerge como uno de esos políticos que
ahora se necesitan, además de los valores que se le exigen para liderar un
partido centenario se le ve a pie de obra, fusionado con sus ciudadanos y
además algo poco común en los líderes actuales: una buena persona.
El pragmatismo, la sensatez
se han impuesto a otras veleidades juveniles que se observan en otros lugares
como Catalunya, con poco recorrido político, social, económico e incluso
internacional. La prudencia, la sabiduría de Urkullu contrasta con la
insensatez y la irresponsabilidad de Mas y eso indudablemente tendrá sus
consecuencias prácticas, no solo porque Euskadi parte una mejor situación sino
porque el rumbo lo tiene mucho más claro y las escalas también.
Después del domingo se
abre un nuevo tiempo para Euskadi, un nuevo tiempo que si las cosas siguen por
el camino iniciado resulta extremadamente esperanzador. Los ganadores, PNV y
Batasuna están adoptando posturas pragmáticas, sensatas, inteligentes que
favorecen la marcha hacia la paz y hacia la recuperación económica a una mejor
velocidad que el resto del estado, además las bases previas son sólidas y
consolidadas, ahora solo hace falta que no se desvíen de esa línea acertada e
incluso que la mejoren con acuerdos, con pactos transversales que la
enriquezcan. Los discursos de Urkullu y Mintegui apuntan en esa dirección. Por
otro lado sería fundamental que también los derrotados, PSE y PP asumieran esa
realidad y colaboraran cada uno en lo que le toca, el PP no entorpeciendo,
incluso evitando crear conflictos que obliguen a Euskadi a integrarse en la
deriva de Catalunya y el PSE, el PSOE en su conjunto abriendo vías de
comunicación y acuerdo por un lado en clave de izquierdas y por otro con el
espíritu de estado que siempre le ha impregnado, favoreciendo los acuerdos con
el PNV con generosidad y en clave de ayuda a la ciudadanía vasca.
Nuevos tiempos vienen y
vienen presagiando que la tormenta puede haber quedado atrás y que un cielo
brillante se abre ante Euskadi. Que así sea.http://youtu.be/klh5YNy7omE
Muguruza para cerrar esta reflexión.
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