¿Necesitamos una II Transición?
Publicado en Diario 16, Gara, Diario de Noticias de Navarra, Plaza Nueva, Navarra Información el 17 y 18 Diciembre 2018.
Al hilo de lo que está sucediendo en los
últimos tiempos en la arena política, de los plenos desarrollados el pasado 12
de Diciembre en el Parlamento y en el Parlament, o lo que pueda ocurrir el
próximo 21 en Barcelona cabe hacerse la pregunta del titular de esta reflexión.
Vivir el final del franquismo y la
apasionante Transición da para mucho. Entre otras cosas para haber conocido una
etapa de nuestra historia en la que se puso muchas dosis de imaginación,
audacia y generosidad.
Parecía impensable pero el tránsito desde
el franquismo se hizo de manera ejemplar, a pesar de las críticas de unas
nuevas generaciones ignorantes de lo que allí pasó. A veces esa ignorancia se
convierte en insensatez y estupidez.
Una de las
características de aquel momento fue el talante de una clase política repleta
de estadistas, que supo llevar a nuestro país de una dictadura cruel a una
plena democracia sin apenas heridas.
Cierto es
que hubo errores y desaciertos, quizás los más importantes una Ley de Amnistía,
que incluyó a unos cuerpos represivos que se fueron, gracias a ella, de rositas
de aquella oscura época, o dejar sin resolver las tensiones centro-periferia.
Volver la
vista atrás y contemplar coincidiendo en el tiempo a gentes de la talla de
Adolfo Suarez, Felipe González, Santiago Carrillo, “Pasionaria”, Tierno Galván,
Solé Tura, Enrique Curiel, Marcelino Camacho, Herrero de Miñón, Pasqual
Maragall, Arzallus, e incluso a su manera Manuel Fraga, indica que gracias a
esa conjunción estelar anduvimos aquel complicado camino.
Ahora
algunos niñatos que se piensan llegan sabidos a la arena política, desprecian
esa etapa y plantean que debemos abrir una II Transición siendo ellos los
protagonistas. Efectivamente es así, pero da la sensación que su talla no llega
ni de lejos a la de los personajes de la primera y por lo tanto la posibilidad
de éxito es cuando menos dudosa.
Por poner solo un ejemplo, Santiago
Carrillo fue capaz de sacrificar una parte del ADN ideológico del PCE para poder
ser legalizado y seguir en las mismas condiciones que el resto. Bueno,
realmente no eran las mismas pero se aproximaron bastante.
Renunció a la República, o a la bandera
tricolor, con altura de miras, con generosidad a pesar de las presiones internas
que conmocionaron el partido. Nuestra respuesta después del mazazo de los
asesinatos de Atocha salvó esa deseada democracia. Que no lo olviden las nuevas
generaciones.
Al igual que
Adolfo Suarez tuvo la audacia de tomar otras decisiones y juntos con
imaginación sacar adelante una Constitución de consenso y unos Pactos de la
Moncloa absolutamente imprescindibles.
Resulta
cuando menos curioso que esos jóvenes críticos ahora, añoren partes de aquella
época cono el Estatuto de los Trabajadores, los derechos sociales, las formas
de contrato, e incluso la revisión de las pensiones. Creo que al menos
necesitan un curso acelerado de historia específica de aquel apasionante
momento, para ver si aprenden algo y así poder aplicarlo a este.
Las gentes
de la I Transición supieron actuar aparcando la táctica esterilizarte
sustituyéndola por una visión estratégica, de largo alcance, incluso
anteponiendo los intereses del país al del propio partido como fueron los casos
de Suarez y Carrillo.
UCD acabó
desapareciendo y el PCE se quedó bajo mínimos, pero dejando un profundo legado
histórico. Ahora cabe exigir lo mismo, especialmente
a las gentes de la izquierda.
Por eso se
deben poner en activo valores como los que intenta aplicar el propio Sánchez. Imaginación
para buscar soluciones de este tipo al conflicto
en Catalunya y generosidad para ser capaces de dejar todos “pelos en la
gatera”.
Una mirada
retrospectiva al tiempo de 1976-79 sería recomendable para todos los actores
actuales. Allí hubo mucha “cocina”, contactos discretos, cafés, o comidas,
porque también en estos temas son importantes las relaciones humanas, la
empatía con el “otro”.
Sólo por
poner un ejemplo gráfico ¿Por qué no recuerdan y copian los discretos contactos
Carrillo-Suarez? ¿Por qué no poner en práctica ese ejemplo y dejar ya la
exposición pública ente los medios de comunicación? ¿Por qué no apagar durante
unos días la aparición constante en las televisiones y utilizar ese método a
través de reuniones buscando la síntesis?
¿II
Transición? Es probable, pero para ello se necesita aplicar aquellos
principios, aquellos valores. Señores de la izquierda, periférica o central, pongan
ustedes mucha audacia, mucha imaginación y toneladas de generosidad porque su
base social se lo está pidiendo a gritos.
Pónganse de
acuerdo, comuníquense, dedíquenle horas de conversación (los convenios se
firman a altas horas de la madrugada justo el día de ruptura), aporten esfuerzo
y sobre todo estén a la altura de las circunstancias.
La historia
les recordará o no por lo que sean ustedes capaces de hacer ahora. Es el
momento de los estadistas. Ojalá tengan el valor y el acierto de hacerlo.
Fdo.: José
Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 15 Diciembre 2018
Comentarios
Publicar un comentario