¿Después del 21-D la ilusión?
Publicado en Diario 16, Navarra Información, Plaza Nueva, El Confidencial Digital y Gara en Diciembre 2018
El 2-D en Andalucía
resultó un crochet directo a la mandíbula de Sánchez y el socialismo y sin
apenas pausa para reponerse le venía otra situación compleja, la convocatoria
sorprendente de una reunión del Consejo de Ministros el 21-D en Barcelona, en
medio de una Catalunya convulsionada.
La reacción inmediata
de los sectores más radicales del independentismo, acabó transformando lo que
parecía un acierto como medida de distensión con Catalunya en un peligro para
todo el Estado. ¿Error de cálculo o bisoñez política?
Al Presidente le
llovieron las críticas desde uno y otro sector. El PP, Cs y VOX oliendo sangre
de lo que o bien podría parecer una “bajada de pantalones”, o una confrontación
violenta de orden público. Pasara lo que pasara se relamían ante el rédito
electoral que les podía reportar.
Ante ese peligro el
sector más sensato del socialismo y del independentismo, de ERC y parte del
PDeCAT, se pusieron en comunicación de manera discreta para intentar minimizar
los daños.
A veces en política una
situación adversa inteligentemente trabajada se puede convertir en justo lo
contrario. Así el peligroso anuncio sin haber sido cocinado de reunión entre
Sánchez y Torra, ha podido ser amortiguado concretándose la tarde del jueves gracias
a las gestiones de Junqueras a través del vicepresidente de la Generalitat Pere
Aragonés, o de una Artadi reconvertida al bando sensato. Esa imagen distendida
de Sánchez y Torra significa mucho de cara al futuro.
Al mismo tiempo justo a
tiempo, el llamamiento de ex presidentes de la Generalitat y ex presidentes del
Parlament han conseguido desactivar una peligrosa bomba, como era la huelga de hambre de 4 de los
políticos presos suspendida a las pocas horas. La cocina estaba dando sus
frutos
Sánchez volvía a tener
suerte y de nuevo le salvaba la campana. Nadie apostaba hace una semana que
saldría vivo de esta, pero lo ha conseguido. Aunque debe ir sacando
conclusiones. En ese vaivén constante en el que parece sumido, debe optar de
manera definitiva por una dirección clara y definitiva. Con valentía, audacia,
imaginación y generosidad, al igual que fue capaz de hacer Zapatero con el
denominado “conflicto vasco”.
Leer con atención la
última entrevista del ex Presidente le puede indicar esa senda. El conflicto
catalán no se resuelve con fórmulas a lo Casado, Abascal, o Rivera, tampoco con
el sistema Rajoy.
Sólo será posible
aceptando que existe un 80 % de su población que se manifiesta a favor del
derecho a decidir, que los políticos presos salgan a la calle y tengan la menor
sentencia posible en el próximo juicio al Proces.
Si añadimos un nuevo
acuerdo sobre fiscalidad y una mayor comunicación entre los gobiernos podremos
buscar puntos de encuentro. También trabajando a largo plazo para que este país
se convierta en un Estado Federal Plurinacional, una nación de naciones.
El mundo
independentista por su parte debe flexibilizar sus inamovibles posturas
actuales, entendiendo que la vía unilateral les conduce al desastre. La
alternativa si ayudan a hacer fracasar el proyecto de Sánchez ya saben cuál es,
155 a la mañana, tarde, noche y hasta de madrugada. Dureza máxima, ataque al
Estado de las Autonomías, más liberalismo en el mercado de trabajo, o la
vivienda y políticas regresivas en lo social o derechos civiles.
Estos dos días han
estado llenos de imágenes y gestos positivos, el cese de la huelga de hambre de
los 4 políticos presos, la reunión Sánchez-Torra, la foto de ambos con sus
ministros y consellers Calvo, Batet, Artadi y Aragonés.
También la aprobación
en ese Consejo de Ministros que el aeropuerto de Barcelona se denomine a partir
de ahora Josep Tarradellas, la suspensión del juicio a Companys. Por último y quizás
el más importante el voto de los independentistas catalanes al techo de gasto
abriendo la puerta a la aprobación de los presupuestos.
El peligro había
pasado, hubo movilización pero mínima, incidentes pero asumibles con una
participación sensiblemente inferior a la prevista. La inmensa mayoría del
independentismo ha roto con los sectores radicales.
Así la decepción del
2-D se transformaba a la hora de escribir este artículo en la esperanza del
21-D. Se abre una nueva etapa ilusionante.
Se habla mucho de la
necesidad de abrir una II Transición. La primera nos dejó sin solucionar las
tensiones centro-periferia, quizás si somos capaces de resolverlas con aquel
espíritu podamos abrir de nuevo con éxito este nuevo periodo.
En estos momentos es
cuando se demuestran los verdaderos estadistas. ¿Estarán dispuestos a asumir
ese papel los Sánchez, Iglesias, Junqueras, Navarro, Artadi y compañía?
Veremos……….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 21
Diciembre 2018
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