La tormenta perfecta
Artículo publicado en Diario 16, El Confidencial Digital, Navarra Información, Plaza Nueva y Gara los días 29, 30 y 31 Octubre 2018
En teoría “La tormenta
perfecta” se refiere según señala el diccionario a una tempestad muy violenta y
de corta duración. Generalmente nos suena a situaciones provocadas por la
naturaleza, que cada día con mayor claridad nos indica que el cambio
climatológico provocado por el hombre, nos podría llevar a nuestra
autodestrucción.
Así acabamos de sufrir
un inicio de otoño preocupante, con fenómenos atmosféricos que se podrían
asemejar a esa tormenta perfecta, e incluso de manera insólita un huracán, o
los restos de él, han pasado por nuestra vieja península ibérica. O el ser
humano toma conciencia de que por este camino vamos mal, o nos queda aquí un
telediario.
Pero mirando el
diccionario no sólo se refiere a estas cuestiones, también señala acepciones
como “agitación violenta que produce una desgracia”, o “manifestación violenta
de indignación” que perfectamente se podrían referir a la situación política
actual. La de aquí y la global.
¿Estamos creando la
posibilidad de una tormenta perfecta? Pues todos los indicios apuntan a que sí.
Comenzando por la tensión intolerable que se ha observado en las últimas
intervenciones en el Congreso de los Diputados, con afirmaciones muy peligrosas
de los líderes de la oposición, Casado y Rivera hacia el Presidente del
Gobierno.
En Catalunya la cosa no
parece mejorar tras los aniversarios del 1-O y 27-O las deferencias entre el
sector independentista y constitucionalista no mejoran, incluso ahora se
observan grietas insalvables dentro de los mismos bloques. PP y Cs contra PSOE
y Podemos, o ERC y sectores moderados del PDeCAT contra seguidores de Puigdemon
y los CDR.
Diferencias que parecen
definitivas en uno y otro grupo, puestas en evidencia en los debates del
Congreso, o en el intento de unificar las fuerzas independentistas inventado
por un cada vez más desnortado Puigdemont.
La denominada “Crida
Nacional per la República” nació prácticamente muerta tras las sonadas
ausencias de ERC, CUP y sectores importantes de la antigua Convergencia y todo
apunta a corto plazo que esa quiebra les va a llevar a unas nuevas elecciones
anticipadas.
No ayuda a evitar esa
agitación la falta de seguridad de un gobierno que no acaba de tomar un rumbo
definitivo. Inseguridad agravada por lo ocurrido con la crisis de las bombas
vendida a Arabia Saudita, la posición adoptada posteriormente, las vaivenes en
el tema de las pensiones, o los casos de posibles irregularidades de algunos
ministros y ministras, que condujo a dos dimisiones y casi otras dos.
Otro índice que puede apuntar
a ello son los cada vez más numerosos casos de violencia contra la mujer, que
están provocando que las cifras de asesinadas por sus parejas o ex parejas siga
subiendo, mientras lo observamos con perplejidad y parálisis. No sabemos qué
está ocurriendo ni cómo pararlo.
Todo aquí indica que
viene esa temida “Tormenta perfecta”. Pero fuera los indicios son parecidos o
peores. El intolerable asesinato del periodista Kasshogui, más el vil
comportamiento de Arabia Saudita han provocado una crisis mundial. Las
continuas locuras de Trump, que incluso pueden haber sido las impulsoras del
incidente de las bombas caseras enviadas a sectores próximos al Partido
Demócrata ayudan a crear ese ambiente tormentoso.
El peligroso avance de
los grupos políticos de extrema derecha que les está llevando a un avance
electoral sin precedente, el último episodio la entrada de los neo nazis en el
estado alemán de Hesse, o el rotundo triunfo de Bolsonaro en la cuarta
democracia del mundo, un país de 210 millones de habitantes como Brasil, pueden
tener consecuencias imprevisibles y preocupantes.
En el momento de
escribir estas líneas llega la noticia de que un neo nazi adscrito a los grupos
que apoyan a Trump ha asesinado a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh.
Indicativos, señales,
avisos, en lo meteorológico en lo sociológico y en lo político, de que esa
especie de leyenda; la “Tormenta perfecta”, puede convertirse en realidad y
arrasar el planeta y a nosotros con él.
¿Se puede parar? Para
evitar un daño lo primero que debe hacerse es darse cuenta de que se está
produciendo, entender su naturaleza, el por qué y desde ahí buscar las medidas
oportunas para neutralizarlo.
No parece que quienes
tienen en sus manos los instrumentos adecuados para hacerlo estén por la labor.
Más parece que practiquen la política del avestruz ignorando el peligro en
lugar de enfrentarse a él, y así va a resultar muy difícil frenarlo.
Puede parecer una
visión pesimista de la situación, pero si se analiza con objetividad todo lo
reflejado debemos llegar a la conclusión de que estamos cada vez más cerca de
que se produzca esa “Tormenta perfecta”.
Ojalá equivoquemos el
diagnóstico.
Veremos…….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 28
Octubre 2018
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