SIDA: otro 1 de Diciembre, en memoria de Javi
Artículo publicado en El Socialista Digital y Navarra Información el 29 Noviembre 2016 y Diario de Noticias el 1 Diciembre 2016
1 de Diciembre, Día Internacional de la lucha contra el sida. Un día para reivindicar mayores esfuerzos contra esta cruel enfermedad, para reflexionar sobre lo que no hacemos bien, denunciar a los gobiernos y a la Iglesia que no se implican lo suficiente, o simplemente para recordar a nuestros muertos.
1 de Diciembre, Día Internacional de la lucha contra el sida. Un día para reivindicar mayores esfuerzos contra esta cruel enfermedad, para reflexionar sobre lo que no hacemos bien, denunciar a los gobiernos y a la Iglesia que no se implican lo suficiente, o simplemente para recordar a nuestros muertos.
Precisamente en referencia a los
recuerdos vuelvo la vista atrás al no tan lejano 1992, año en el que la pérdida
de mi hermano arrebatado por este monstruo, me hizo implicar de lleno con
quienes llevaban años de una desigual lucha, en concreto con la Comisión
Ciudadana Anti Sida de Navarra.
Recuerdo los esfuerzos por convencer al
Parlamento de Navarra para que aprobaran medidas que intentaran frenar la expansión
de la pandemia, o la terquedad de un Gobierno de Navarra dirigido por UPN
empeñado en no entender que el uso del preservativo era una de las medidas más
eficaces en esa lucha.
Incluso, no sin una cierta vergüenza
ajena, también aquel episodio que nos hizo ser noticia nacional, cuando
descubrimos que el entonces Consejero de Salud había dado orden de quitar el
preservativo, de un kit anti sida cuya distribución habíamos conseguido aprobar
en dicho Parlamento después de una ardua lucha política con la derecha navarra.
Vienen a mi memoria el comienzo de
aquella cruel pesadilla, cuando una mañana gris de 1988 en el Hospital Carlos
III de Madrid se nos comunicó que había sido infectado. Mi hermano pequeño, el
roquero rompedor que vivía la vida al límite se había encontrado de bruces con
el SIDA.
Justo cuando casi nadie sabía nada sobre
esa nueva pandemia que alcanzaba de lleno a los cuatro jinetes del Apocalipsis,
quienes como él en noches de sexo drogas y rock and roll se intercambiaban
jeringuillas al inyectarse heroína, otra dramática compañera de viaje, a los
homosexuales o a quienes recibían transfusiones infectadas. El cuarto jinete,
el más duradero y peligroso, a quienes practicaban relaciones heterosexuales
sin protección.
Era como una maldición bíblica que se
nos llevaba a la parte más activa, creativa, vivencial de aquella generación.
Entre ellos a Javi. Después de cuatro años de lucha desigual, porque en aquel
tiempo el SIDA mataba a un 90 % de sus afectados, porque no se había transformado
todavía en una enfermedad crónica.
No ha pasado demasiado tiempo de aquello
y aunque todavía hoy siguen existiendo reductos conservadores en nuestra
sociedad, que defienden la abstinencia sexual como forma de evitar su contagio,
algo hemos avanzado pero poco. Aunque no conviene bajar la guardia, y síntomas
de ello se detectan especialmente entre los jóvenes, por eso este 1 de
Diciembre debe servir también para alertar a las autoridades de ese peligro. Ni
un paso atrás en esta difícil lucha.
Hay que continuar igualmente con el
apoyo a las víctimas, en un momento que tanto se habla de otras. Apoyo que debe
ir dirigido no sólo a su atención sanitaria, también a la social, e incluso a
la cultural o económica. Se ha avanzado bastante en este terreno desde 1992,
pero aún nos queda mucho camino que recorrer y parece que en estos últimos años
también en este terreno nos hemos quedado paralizados.
Pero no podemos, no debemos, quedarnos
sólo en la atención de los más próximos, tenemos que alzar nuestra mirada y
dirigirla a la tremenda e injusta situación en el Tercer mundo, y en especial
en ese continente masacrado por las guerras, el hambre y el SIDA: África. Sin
olvidar el sudeste asiático, parte del Caribe y los países del este europeo.
Allí cada día más de 8.000 personas
mueren de esta cruel pandemia. Cada hora, cerca de 600 personas se infectan, y
lo que resulta aún más dramático, cada minuto un niño muere a causa del virus.
En África la irresponsable actuación de las industrias farmacéuticas impide que
los medicamentos genéricos que existen, se puedan repartir abaratando su
precio. Una forma de crimen colectivo, de genocidio encubierto que debemos
denunciar contundentemente. Eso con la colaboración de sectores de la Iglesia
Católica empeñados en hacer campañas irresponsables contra el uso del
preservativo.
Mucho se habla en la época actual de la
defensa de los Derechos Humanos. ¿No es el principal el derecho a la vida?
¿Cómo consentimos entonces esta vulneración en masa? ¿Seguiremos mirando hacia
otro lado, siendo cómplices de esta situación, cuando nos enseñan esas
terribles imágenes?
Defiendo la relativa eficacia de los
denominados “días internacionales de…”, porque cumplen la función de
recordar, de volver a denunciar. Por eso escribo estas líneas en la proximidad
de este nuevo 1 de Diciembre. A los que nos ha tocado de cerca esta terrible
enfermedad no nos hacen falta, porque cada día pasan por nuestra memoria
imágenes del ser querido que nos arrebató demasiado joven aún y la maldecimos
mil veces, pero para el resto de nuestra sociedad sí son necesarios, aunque
sólo sea para que no se olviden de que existe.
Desde aquí manifiesto mi solidaridad con
quienes la sufren, mi apoyo a las organizaciones que colaboran a “pie de obra”
para hacerles una vida más fácil y evitar que nuevas personas acaben
sufriéndola. Al mismo tiempo que alzo mi voz y maldigo con contundencia a todos
aquéllos, sean gobiernos, industrias, o instituciones religiosas, que impiden
que se pongan medios eficaces para evitar su progresión, ya sea abaratando las
medicinas o con medidas preventivas eficaces.
Este 1 de Diciembre de 2016 será otro
día de lucha contra el sida, nuevamente
el lazo rojo lucirá en nuestro ropaje, aunque no debemos quedarnos sólo en eso
y otro año más Javi estará más que nunca en mi memoria, en mi corazón.
Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Afiliado
al PSC viviendo en Navarra)
Villava-Atarrabia 1 Diciembre 2016
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