¿Navidades felices?
Se acercan unas fiestas
que desde siempre se han definido como entrañables: las Navidades.
Instantes de
encuentros, reuniones familiares en torno a una mesa, turrón, cordero, cava, regalos, villancicos. Aunque en los últimos
tiempos eso que recordábamos de nuestra infancia y juventud ha ido cambiando de
manera vertiginosa.
Suelen decir que
cualquier tiempo pasado fue mejor, es probable que ese dicho popular se pueda
aplicar con rotundidad a estas fiestas, porque ahora existen demasiadas
ausencias, cada vez se cantan menos villancicos, ya no suena las zambombas y
panderetas por las calles y la crisis nos ha convertido en personas menos
proclives a ser felices.
Poco a poco la
implacable sociedad de consumo ha ido imponiendo la cultura del gasto y del
endeudamiento dictado por El Corte Inglés. Así las pagas extraordinarias que
antes daban para mucho hoy se quedan a medio camino.
¿Quién no plantea actualmente
que este año mejor que los regalos sean sólo para los niños? Porque en los
últimos tiempos algunos han ido abandonando las angulas, el jamón de pata
negra, el paté, o el champán francés y los langostinos se han ido transformando
en congelados. Lo primero queda para los ricos de ahora, que por cierto cada
vez son más.
Así aunque intentemos
forzar un estado de ánimo feliz, acabamos dándonos cuenta el día siguiente al 6
de Enero que nos hemos gastado más de lo que podíamos, engordado 5 kilos y que
la añorada felicidad que se nos prometía sólo la hemos sentido con cuentagotas…a
veces. Viene así la cuesta de Enero.
Nos preguntamos entre
perplejos y decepcionados: ¿realmente ha valido la pena?
Todos estos argumentos
se refieren a una parte de la sociedad que hace años vivía holgadamente, pero
que la crisis ha llevado casi a la pobreza, donde continúan los de antes que
ven pasar esas soñadas Navidades desde la soledad, el abandono y la miseria.
Por no citar a esas
miles y miles de personas que huyendo de la guerra, enfermedades y pobreza
absoluta llegan a nuestras cosas con lo puesto y que pasarán esas Navidades desamparados,
excluidos.
Ni siquiera los buenos
propósitos en lo social, económico y político habrán podido cumplirse. Ese día
la izquierda estará a la greña con la derecha, Casado y Rivera seguirán
compitiendo con Vox a ver quién es más facha, Sánchez e Iglesias no acabarán de
llevarse bien, Torra y Puigdemont continuarán tensando la situación, mientras
Junqueras y compañía continúan en prisión.
Al mismo tiempo seguirá
habiendo desahucios, asesinatos de mujeres y pobreza energética.
Vivimos malos tiempos
para la lírica. En Navidad también. ¿Navidades felices? Pues no parece.
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 9
Diciembre 2018
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