Necesitamos líderes sociales que ayuden a evitar la insensatez
Una de
las características que tiene esta segunda fase de la pandemia, es que a
diferencia de la primera que afectó a las gentes de más edad, en esta ocasión
lo hace especialmente a la franja de edad entre 10 y 30 años.
Así los
jóvenes se han convertido en infectados sin síntomas o muy leves, que son
capaces a su vez de contagiar a otras franjas de edad más vulnerables con suma
facilidad. Lo que se podría denominar como bombas de relojería.
Pero a
diferencia de los mayores, su nivel de inconsciencia e irresponsabilidad, en
términos generales, es mucho más elevado, lo que supone un riesgo social de la
misma importancia.
¿La
pregunta del millón es cómo ser capaces de convencerles, de que su comportamiento
incívico pone en peligro a los demás, incluidas las personas más cercanas,
padres, madres, abuelos, abuelas, etc.?
¿Con
multas y sanciones? No parece que ese sea el método más eficaz.
¿Con
mensajes y campañas de concienciación desde la instituciones? Tampoco parece
que este sea el método ya que esas campañas utilizan medios de comunicación que
ellos no suelen frecuentar.
¿A
través de las redes sociales? Ese podría ser una manera más útil, aunque para
ello el emisario debiera ser alguien que tuviera algún tipo de autoridad sobre
ellos, que respetaran y escucharan.
Esa
puede ser la clave, buscar gentes que transmitan un mensaje que los jóvenes
valoren y ante los que destapen sus oídos y abran su capacidad de reflexionar.
¿Por
qué no desde el mundo que más suelen valorar, el de la música?
Por
esa razón desde estas líneas hago un llamamiento en ese sentido. Si por ejemplo
en Navarra se pusieran de acuerdo gentes como Aurora Beltrán, Enrique
Villarreal “El Drogas”, Kutxi” de Marea, “Brigi” de Koma, la gente de Berri
Txarrak, Fermín Muguruza, Evaristo de “La Polla Record”, etc. y montaran una
campaña didáctica y reflexiva que ayudara a cambiar ciertos comportamientos de
riesgo, eso sería posible.
También
en el resto del país existen ese tipo de líderes sociales, como Rosendo,
cantautores como Quique González, Paco Cifuentes, Carlos Chaouen, o Andrés
Suarez, raperos, autores de música trans, o pop como Rozalén, Luz Casal o Los
Secretos.
Así se
hizo recuerdo con algunas campañas informativas y de concienciación durante la
lucha contra el SIDA.
Algo
alejado de los mensajes institucionales, o los que podemos mandarles sus
“mayores”, que les llegue en horizontal y no en vertical como viene siendo
habitual.
Que no les suenen a riña, o tirón de orejas, sino más bien a
convencimiento y cercanía.
Pero
lo que está claro es que algo más imaginativo se debe hacer, porque lo que está
ocurriendo en el barrio pamplonés de Mendillorri debe hacernos reflexionar a
todos.
Escuchar
a esos jóvenes, que algunos de ellos con su actitud irreflexiva en los No
Sanfermines han provocado ese desaguisado, hablar en la rueda de prensa que han
dado este viernes de campaña de criminalización contra ellos, es como para
hacérselo mirar. Pero es una realidad que conviene analizar, ellos
(erróneamente) se sienten perseguidos y así es difícil que escuchen.
Con
esa posición a la defensiva, sin ninguna capacidad de autocrítica, echando
balones fuera y culpando a los demás, es difícil que les llegue ningún mensaje,
excepto si se envía desde ese sector que he señalado previamente, de igual a
igual.
Y
necesitamos urgentemente que reaccionen antes de que la situación se nos escape
definitivamente de las manos.
Intentaré
hacer llegar esta reflexión a esas personas, porque hacen falta líderes
sociales que hablen el mismo lenguaje que los jóvenes, para ser capaces de
hacerles entender que ciertos comportamientos que antes eran inocuos, ahora son
de riesgo. Que su cambio de actitud evitaría el peligro y por tanto ayudaría a frenar
en la medida de lo posible la extensión sin control de esta pandemia.
¿Difícil?
Sí, pero al menos deberíamos intentarlo.
Veremos……….
Fdo.:
José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal de PSN-PSOE)
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