Un escenario político decepcionante
Publicado en Nueva Tribuna, El Confidencial Digital, Periodista Digital, Plaza Nueva, Navarra Información el 6 y 7 Octubre 2019
No creo que sea el único que piense esto,
que realmente existe mucha gente que probablemente acuda a votar el próximo
10-N con la nariz tapada, porque se avergüenza de lo que ve en el escenario
político.
Escuché con interés lo que comentaba
alguien como Pérez Reverte, al que se le podrá acusar a veces de sus excesos
verbales, pero que dice verdades como puños y siempre con una extrema lucidez.
Comentaba Reverte que entre los políticos
actuales sólo encontraba uno con un cierto interés, Pedro Sánchez, aunque
reconocía que no tenía escrúpulos que mentía sin ningún complejo. Quizás le
faltó añadir que aplica los mismos principios que en su día señalaba Groucho
Marx; “estos son mis principios pero si no le gustan tengo otros”.
Coincido con él en que el panorama de
políticos y especialmente de dirigentes actuales resulta desolador, pero
discrepo de incluir sólo a Sánchez en el comentario anterior.
Hoy en día la política, los políticos son
aplicados seguidores de la técnica que denominan “Fake news”, o sea en
castellano paladino mentir sin ningún pudor y cambiar de criterio de la misma
manera.
La última experiencia la hemos tenido con
la solemne declaración del líder de Cs, Albert Ribera, señalando a su manera,
probablemente acuciado por las últimas encuestas, que levanta el veto a Pedro
Sánchez.
La respuesta de éste mirando igualmente
las mismas encuestas y sabiendo que esta vez la suma no les va a dar, ha sido
contundente, señalándole que ahora sólo quiere su abstención, que por cierto
tampoco la va a valer para nada si no consigue al mismo tiempo la del PP y ese
va a ser un hueso más duro de roer.
Sánchez por su parte también practica esta
superflua “política del péndulo” al más puro estilo Marx (Groucho claro) y así
lo que hace poco era UP para él, o sea socio único y preferente, ahora lo
desprecia sin apenas sonrojarse.
Por cierto al hilo de este comentario
resulta cuando menos sorprendente el aspecto hierático de nuestros líderes
actuales, no cambian ni siquiera un pequeño pliegue de su cara, mucho menos su
rictus estudiado durante horas ante el espejo, digan blanco o negro, sea algo
triste o gracioso. Utilizando un símil que viene mucho a cuento, es como si
tuvieran su cara esculpida en piedra.
Por su parte Pablo Iglesias a veces da la
sensación que no se sabe muy bien si va o viene, quizás aturdido por los
últimos acontecimientos. El revolcón que se llevó durante las últimas
negociaciones sumado a la aparición en la escena estatal de su ex amigo Íñigo
Errejón, le han dejado sin capacidad de respuesta y a veces en las últimas
entrevistas se nota ese balbuceo de quien sabe que tuvo una oportunidad de oro
y la dejó escapar, sin saber muy bien si se volverá a repetir.
Mientras tanto Casado espera pacientemente
sentado a la puerta de Génova ver los cadáveres de sus enemigos pasar. Los
únicos sobresaltos que alteran su placidez vienen de sus filas, desde Cayetana
Álvarez de Toledo, pasando por Isabel Díaz Ayuso y el último Mariano Rajoy que
imbuido del “espíritu Felipe González” se ha descolgado señalando que el futuro
pasa por copiar la “Gran coalición” alemana.
Parece una vez más que los poderes
fácticos se han dado cuenta del batacazo previsto de Cs y ante la llegada, parece
que ahora sí, de una nueva crisis económica esa es su apuesta fundamental, el
entendimiento contra natura PSOE-PP.
¿Traicionará Pedro Sánchez sus principios
y a la base social socialista que le encumbró? Pues a la vista de todo lo
anterior no sería descartable y claro, lo haría sin despeinarse teorizando que
el futuro de España (España, España y más España) con el peligro de la
recesión, del Brexit y de la situación explosiva en Catalunya tras la sentencia
del “Proces” así lo aconsejan.
Todo sea por España, hasta la traición.
Éste es el terrible panorama que nos va a
tocar sufrir, al menos a quienes aún creemos en los principios, en la verdad,
la ideología y seguimos leyendo a los clásicos.
Las encuestas que van saliendo en los
últimos días ya avanzan que la situación entre bloques (ya se sabe…derecha e
izquierda) va a cambiar poco el 10-N y que todo va a depender de si el 11-N
Pedro Sánchez se levante con el ropaje de quien ganó las segundas primarias, o
las primeras.
Reconozco que en el instante de escribir
estas líneas me invade el pesimismo, aunque aún me quede un leve poso de
esperanza. En la política actual, con los políticos actuales todo es posible,
hasta la “Grosse koalition” lo que a las gentes de izquierdas debe abrirnos las
carnes.
Lamentablemente vivimos malos tiempos para
la lírica decía el sabio, malos tiempos para la altura de miras, para las
posiciones educadas e inteligentes. Ya no existen sabios, al menos en política.
Vivimos una escasez preocupante de
estadistas que actualmente se encuentran en vías de extinción y así la
representación de la soberanía popular está en manos de estos gañanes
impregnados de incultura. Con minúsculas excepciones como Iceta, Urkullu,
Junqueras, o Domenech, estos dos últimos lamentablemente fuera de escena.
¿Dónde quedan aquellos tiempos en los que
teníamos a Tierno, Camacho, Suarez, Carrillo, Herrero de Miñón, Roca, Peces
Barba, González, Solé Tura, Curiel, incluso el mismo Fraga y otros muchos?
Aquella época de riqueza ideológica, donde lo blanco era blanco y los negro,
negro se nos fue, probablemente para no volver porque los que vienen detrás
tampoco apuntan buenas maneras.
Los jovencitos y jovencitas que nos llegan
a la política más parece que vienen a buscarse un buen puesto de trabajo que a
hacer lo que deben y los principios y las ideas son cosas del pasado.
Decepcionante……..
Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex
parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 6 Octubre 2019
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