¿Catalunya no tiene quien le construya puentes?
Publicado en Diario 16, Nueva Tribuna, Público, Navarra Información, Plaza Nueva, Gara, El Confidencial Digital y Diario de Noticias de Navarra del 19 al 21 Octubre 2019.
Gabriel
García Márquez escribió “El coronel no tiene quien le escriba” cuyo título, que
no la trama, ha influido en el de esta reflexión.
Quizás
también a pesar del río de tinta de estos días Catalunya no tenga quien le
escriba, o al menos quien lo haga con la lucidez suficiente para construir
puentes para comunicarse con el resto del país, pero también entre ellos
mismos.
Al
menos eso parece viendo el contraste de imágenes de la última semana, en
especial las del viernes. De un lado miles de personas que de manera
democrática, pacífica, modélica marchan en protesta por lo que creen una
sentencia injusta, por la otra un puñado de cientos violentas, más turba
irracional que manifestantes.
Haría
mal el constitucionalismo quedándose sólo con la segunda imagen y los
independentistas haciendo lo mismo con la primera. O tienen un panorama
completo de lo que está ocurriendo o errarán en su diagnóstico y por tanto en
la aplicación de terapia.
Llevo
viviendo en Navarra los últimos 38 años, aunque cinco los pasé precisamente en
Catalunya, antes los hice desde mi nacimiento en Madrid durante 33, por tanto
conozco las tres almas con bastante precisión.
Aquí
viví la parte más dura del denominado “conflicto vasco”, una parte importante
desde puestos institucionales que me llevó a sufrirlo en primera persona, once
años con dos escoltas día y noche y dos intentos de asesinarme.
Sentí
el zarpazo de esa violencia muy cerca, a veces demasiado cerca, también la
presión de la irracionalidad, de los extremistas que me consideraban como
enemigo a exterminar y no me gustaría que nadie lo volviera a sufrir, ni en
Catalunya ni en cualquier otro lugar.
Pero
en esa vorágine de odio y confrontación aprendí también a ver al “otro”, a entender
sus ideas por muy confrontadas conmigo que fueran, a palpar su sufrimiento.
Entendí que sólo desde el diálogo y la negociación era posible solucionarlo.
Con imaginación, audacia y dosis enormes de generosidad y empatía.
Comencé
entonces junto a otras gentes de mi orilla un arduo trabajo de construcción de
puentes por los que pudiéramos comunicar las dos orillas de aquel río de aguas
turbulentas, hoy afortunadamente remansado.
Fui de
la mano de uno de los artífices que aquella locura acabara, Enrique Curiel y
también con Odón Elorza, Gema Zabaleta, Koldo Méndez, Jesús Eguiguren, Ernest
Lluch o Juan Mari Jáuregui. Los dos últimos paradójicamente fueron asesinados
por un sector de quienes intentábamos comunicar.
Pero
para afrontar esa construcción, necesitábamos encontrar también en la otra
orilla gentes de las mismas características que lo hicieran desde su lado. Y
las encontramos, desde Jonan Fernández, Paul Ríos, Patxi Zabaleta, Pernando
Barrena en incluso en el tramo final el propio Arnaldo Otegi cuando fue
consciente de que la violencia no conducía a ningún lado.
Fue un
trabajo arduo, discreto, complejo, con incomprensiones, riesgos e ingratitudes
pero lo conseguimos y ahora existen puentes robustos construidos sobre las
ruinas de los que demasiadas veces nos dinamitaron. Así las gentes de ambas
orillas podemos comunicarnos con naturalidad.
Aquí
dedicamos horas y horas a comunicarnos, dialogar, a veces acordar. Cafés,
comidas, cenas a lo largo del país, desde Almazán en Soria a Villava, Gorriti,
Leitza. Ahí se fue creando un clima de confianza, de sinceridad y empatía que
sirvió para acabar con la pesadilla precisamente cuando escribo estas líneas
hace 8 años.
¿Existen
en Catalunya ahora gentes como nosotros que estén colaborando a construir esos
puentes de comunicación?
En un
instante dado el PNV, partido veterano y repleto de sensatez, se quitó de
encima el “peso muerto” que suponía Juan José Ibarretxe y lo sustituyó por un
estadista pragmático como Iñigo Urkullu. ¿Ocurrirá lo mismo en Catalunya?
Probablemente
sí, incluso puede ser que alguno desde la cárcel, pero desde este artículo les
recomendaría que conocieran nuestra experiencia, como fuimos solventando las
dificultades y convenciendo a los que mandaban para que con imaginación buscaran
nuevas soluciones para los viejos problemas.
Observar
las imágenes de Gabriel Rufián increpado por los suyos, acusado de “Botifler”
(traidor), insultado escupido, indica gráficamente la deriva en la que el
independentismo ha entrado.
Crear
organismos como los CDR y el “Tsunami democrático” sin ningún control ni línea
de comunicación con los líderes políticos, tiene el peligro que como ocurre en
estos instantes se te vaya de las manos, desborde a lo institucional, a los
propios partidos, incluso a las organizaciones clásicas como Omnium Cultural y
la ANC.
Tener
como President a un irresponsable como Quim Torra, que actúa a los dictados de
un enloquecido Puigdemont no ayuda a destensar la situación. Que durante toda
la semana se haya negado a condenar los actos vandálicos ocurridos allí indica
que es más activista que President.
La
contradicción de mientras anima a los CDR a “apreteu” ser al mismo tiempo el
jefe de los Mossos que luego lo evitan resulta kafkiano.
Ahora
se vive en Catalunya una situación casi insurreccional extremadamente
peligrosa, incluso para el propio independentismo.
¿Qué
hacer entonces?
Es
probable que las leyes actuales resulte un corsé demasiado asfixiante como para
buscar soluciones, pero existen recovecos, atajos, interpretaciones flexibles
que sí pueden serlo.
También
que el estado debe entender que la mitad de la ciudadanía catalana no se
encuentra cómoda en esta España y que se siente ignorada y agredida. Por eso
urge enfrentarse a todo ello con otro talante nuevo, quizás con imaginación y
audacia.
¿Por
qué no explorar el artículo 92.1 de manera flexible? ¿Por qué no ser generoso
con un nuevo pacto fiscal generoso? ¿Por qué no serlo también con la aplicación
de indultos después del 10-N? ¿Por qué no………..?
¿Catalunya
no tiene quien le construya puentes? ¿Existen allí los Enrique Curiel,
Eguiguen, Elorza, Zabaleta, Barrena, Paul Ríos de aquí? ¿Existen organizaciones
transversales como Elkarri, Lokarri, o Foro Social?
Pues
si no los tiene y no existen busquémoslos con urgencia y consigamos que se
pongan a ello. Es probable que los pocos capacitados para como nosotros
dialogar y entenderse sean Oriol Junqueras y Miquel Iceta, también figuras
emergentes como Pere Aragonés y Roger Torrent, pero tropezamos con el escollo
de que el primero está en prisión.
Construir
puentes también es que desde cara orilla se busquen y señalen referentes de
sensatez y cordura en la otra. No sólo entre líderes políticos sino y quizás
sea más importante, entre gentes de a pié.
La
terminología usada en el “conflicto vasco” es de aplicación al “conflicto
catalán”. La terminología, la metodología y todo lo demás…………
Pero
todo lo que está mal es susceptible de empeorar, porque si esta situación
afecta a los resultados del próximo 10-N y la derecha extrema sube mucho sería
dramático.
Veremos…………
PD. Deben procurar evitar que como aquí en un momento dado, no se tenga
que decir que se necesita menos policías y más psiquiatras.
Fdo.:
José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia
19 Octubre 2019
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