¿Un nuevo Pedro Sánchez para un nuevo tiempo?
Artículo publicado en Navarra Información, Gara, Diario 16 y Deia el 4-5-6 en diferentes formatos Junio 2018
Hay que reconocer que
Pedro Sánchez no deja de sorprender. Es un poco como el yin y el yan, hay
momentos que te suscita una simpatía y apoyo incondicional y otros un rechazo
absoluto, en esa especie de nueva versión de Doctor Jekyll y Mr Hyde.
Desde su irrupción
imprevista en el escenario político le ha ido acompañando esa bipolaridad. Se
presentó a las primarias de 2014 en un momento convulso del PSOE para con el
apoyo del aparato y lo más rancio de las baronías socialistas, confrontarse con
un valor al alza como Eduardo Madina y el representante de la izquierda del
partido José Antonio Pérez Tapias.
A pesar de un apoyo tan
importante y de representar la continuidad se alzó con el triunfo sin superar
el 50 % de apoyos, exactamente el 48 %. Empezó pues su andadura con el recelo
de quienes deseaban un PSOE diferente más escorado hacia su izquierda.
Después de un breve
espacio donde apenas le dejaron moverse llegó la crisis de 1 de Octubre 2016.
Había decidido romper amarras con sus mentores y no dejarse apabullar por los
poderes fácticos, la gran banca, el IBEX 35 y el poderoso grupo PRISA. No se lo
perdonaron y no pararon de maniobrar hasta expulsarle de la Secretaría General.
Su gran pecado defender
el “No es no” al Rajoy y su gobierno que contó con el aplauso unánime de las
bases del partido y un giro hacia la izquierda, justo lo contrario que
representó en las primarias.
El Comité Regional del
1 de Octubre 2016 supuso una de las páginas más negras de un partido
centenario. A partir de ahí se rebeló, incluso con una entrevista a calzón
quitado con Jordi Ébole que queda para la memoria colectiva. Después
desapareció, entro en crisis y hay quien dice que en estado depresivo.
Hasta que el 25
Noviembre en una reunión en el Ateneo de Madrid, en la que participaron una
treintena de militantes pertenecientes a los sectores más importantes de la
izquierda del partido, se le lanzó un mensaje: las bases están levantadas en
armas, o lideras tú la alternativa o la lidera otro, incluso se barajaron
nombres. Probablemente veremos algunos nombres de quienes allí estuvieron en el
próximo gobierno Sánchez.
De ahí surgió un
documento que no vio la luz que se conoce como “Espíritu del Ateneo”.
Pedro reaccionó y en un
acto en Chirivella aceptó el envite de liderar esa revuelta, forzó unas
primarias precisamente contra los sectores que le auparon en 2014 y las ganó
con una amplia mayoría. Es lo que se denominó “Espíritu de Chirivella”.
Legitimado por esa
apabullante victoria comenzó su segunda etapa como SG, aunque ese espíritu de
ruptura, de planteamientos nítidamente de
izquierdas, de entendimiento con el resto de fuerzas ideológicamente
afines y las propuestas novedosas para acabar con las tensiones
centro-periferia, como Estado Federal Plurinacional, o la necesidad de acordar
algún tipo de consulta en Catalunya, le duraron poco. Justo hasta que los
poderes fácticos le enseñaron de nuevo la patita.
Se produjo la vuelta al
Pedro Sánchez de 2014 y el desencanto de muchos de quienes le apoyaron. De ahí
vino el abandono del partido de uno de sus máximos valedores, José Antonio
Pérez Tapias y otros muchos más. La decepción se instaló entre los sectores de
la izquierda del socialismo.
Nuevamente Mr Hyde
tomaba las riendas en esa especie de montaña rusa política. Después los
devaneos con Cs que condujeron a la primera moción de censura, el desencuentro
con Podemos, y su paso a las filas más reaccionarias en los referente a
tensiones centro-periferia, como el apoyo a la aplicación del 155, o a que los
problemas políticos se solucionaran a base de policía, jueces y cárcel.
Pero el Dr Jekill
seguía ahí expectante, hasta que la terrible sentencia de la Gürtel le permitió
de nuevo emerger. Así en apenas una semana hemos vuelto a ver al Pedro Sánchez
ilusionante y revolucionario que salió de las primarias.
Nadie, salvo quienes
aún confiábamos en él a pesar de anteriores decepciones, se podía pensar que
algo así podría ocurrir, pero ha ocurrido. Lo único que cabe desear ahora que
ha llegado al escalón más alto, es que no nos falle, que haya enterrado
definitivamente a Mr Hyde y que ese Sánchez valiente nítidamente de izquierdas
se mantenga.
La primera prueba del
algodón ha sido la composición de su gobierno en la que de nuevo aparece el yin
y el yan, combinando a las gentes que le hicieron ganar aquellas primarias, algunas
de las que participaron en el “Espíritu del Ateneo”, con lo que parecen
concesiones al poder establecido.
Si en el reto de
Catalunya comienza una nueva etapa en la que el diálogo, la negociación se
impongan a la mano dura, si toma decisiones audaces como derogar las dos
reformas laborales, si entiende que un nuevo tiempo ha comenzado tras la
desaparición de ETA y debe tomar decisiones justas sobre los presos y presas,
la cosa será para confiar.
Si por el contrario de
nuevo se pliega a las presiones de los poderes fácticos internos y externos resultará
un nuevo fiasco. Es de esperar que haya adquirido cuajo, coraje en su
experiencia anterior y no se deje amedrentar.
Debería saber que si
opta por el primer camino puede resultar un Presidente para la historia de
nuestro país. Que solo con la audacia del Zapatero de la primera legislatura, la
imaginación de Adolfo Suarez, o generosidad de Santiago Carrillo, apoyándose en
amplios sectores de la izquierda social y política podrá conseguirlo. De lo
contrario será uno más no muy alejado de quien acaba de expulsar de la Moncloa.
Lo simbólico va a ser
importante al inicio, gestos que no cuesten euros pero que tengan relevancia para su base
social. En su toma de posesión ya comenzaron a visualizarse al prometer y prescindir de la Biblia y el crucifijo. Sería
positivo que su primera decisión fuera quitar la medalla concedida a un
torturador franquista como “Billy el niño”. Una iniciativa que en
Change.org ha conseguido ya 230.000 firmas.
“No nos falles” le
gritaron a Zapatero cuando llegó de manera sorprendente al poder. Ahora se
comienza a escuchar el mismo grito, la misma exigencia. ¡No nos falles Pedro
Sánchez! En mi caso debería ser ¡No me vuelvas a fallar!, porque de nuevo
vuelvo a confiar en él, esta vez espero que de manera definitiva.
Veremos…….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 3
Junio 2018
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