La dificultad del análisis riguroso
Artículo publicado en Diario 16, Plaza Nueva, Gara y Navarra Información el 19 Junio 2018
La información viene a
tal velocidad que resulta absolutamente imposible hacer un análisis mínimamente
riguroso, atropellado por la siguiente y
siguiente noticia.
Esta afirmación la
llevo haciendo durante meses, sólo en los días pasados desde mi anterior
artículo y a riesgo de dejarme alguno, han ocurrido los siguientes hechos.
Se descubre el caso de
fraude fiscal del ya ex ministro Maxim Huerta, éste dimite, Costa vuelve a
implicar a Camps en el escándalo de la Comunidad Valenciana, por cierto al
escribir estas líneas sale la noticia de la muerte en extrañas circunstancias
de Maria José Alcón esposa de ex vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.
La dirección del PP
aprueba celebrar su congreso los próximos 20 y 21 de Julio, Rajoy anuncia que
abandona su escaño y vuelve a la vida ordinaria, el PSOE informa que abrirá sus
puertas a los refugiados del Aquarius que han llegado ya al puerto de Valencia,
se conoce la reunión de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez el pasado jueves.
En Navarra una inmensa
manifestación protesta por las condenas excesivas a los jóvenes de Alsasua.
Echan al seleccionador español Julen Lopetegui al conocerse su fichaje por el
Real Madrid. Por último, en el instante actual, Feijóo se retira de la batalla
del PP pero entranSoraya Sáenz de Santamaría y Cospedal. Tenemos diversión asegurada.
Desde el Gobierno
llegan una cascada de noticias, las más reseñables la intención de recuperación
de la sanidad universal, o que Interior estudia retirar la medalla al
torturador franquista “Billy el niño”, además de la posible reforma parcial de
las Reformas Laborales o el acuerdo del Pacto de Toledo sobre las pensiones.
Todo ello en apenas
siete días, porque ahora sucede lo que hace sólo apenas unos años llevaba
largos meses. Así es absolutamente imposible realizar un análisis mínimamente
lúcido, salvo que se sea capaz de elevarse sobre la apabullante actualidad
buscando consecuencias estratégicas, de largo alcance. Porque probablemente en
el instante en que se lean estas líneas se habrán olvidado la mayoría de estos
acontecimientos.
Decía Bauman y esto lo
corrobora, que vivimos en una sociedad líquida, en una política líquida cabría
añadir, donde nada resulta sólido, consistente, ya que desde que los
especialistas en marketing dirigen la vida pública a la diestra del líder, esta
sensación acaba siendo rigurosamente cierta.
No se buscan decisiones
estructurales a largo plazo que produzcan trasformaciones profundas y
duraderas, sino que se funciona a golpe de impulsos mediáticos, electoralistas.
Es la política-twitt, la que ha puesto de moda Donald Trump y seguimos el resto
cual manada de borregos.
¿Cómo se va a analizar
algo que dentro de una hora ya no existe o simplemente ha cambiado de manera
sustancial? ¿Cómo enfrentarse a una cuartilla en blanco consciente de que puede
ocurrir, que en el momento de su publicación lo que escribas sobre ella ya no
servirá? Incluso que sobre quien escribas ha desaparecido ya del escenario
público.
Corremos el peligro de
que como vaticinaba Francis Fukuyama estemos en un proceso del final de las
ideologías. Cuando el que asesora-orienta y por tanto dirige a un presidente de
izquierdas, viene de hacer lo mismo con las gentes de derechas, e incluso
podría haber asesorado al desaparecido Rajoy, es que algo no va bien, o quizás
que vaya bien para quienes pretenden perpetuarse en el poder estén unos u
otros. De ahí la bajada de la prima de riesgo y las subidas de la bolsa con la
llegada de Pedro Sánchez. No se sienten en peligro.
Si se mantiene el
status quo que interesa a los poderes fácticos todo estará controlado y por lo
tanto se consentiré. Si por el contrario quien gobierna intenta romperlo e
incluso variarlo topará con un muro de granito de difícil superación que le
podría sepultar.
¿Eso es bueno para el
país? Probablemente sí, pero la pregunta debiera ser si es bueno para las
clases más desfavorecida, aquellos a quienes los partidos de izquierdas
debieran representar y cuidar.
Ahora a Pedro Sánchez
le esperan tiempos difíciles, si quiere consolidarse en el poder probablemente
tendrá que hacer cesiones a esos poderes fácticos, monarquía, IBEX 35, gran
banca, grandes grupos mediáticos y eso le puede alejar de los suyos. Moverse en
el difícil equilibrio de contentar a unos y otros suele terminar mal.
Además está el
componente electoralista porque a la diestra del líder además de esos expertos
líquidos en marketing se sitúan analistas de encuestas electorales y
sociológicas. En una sociedad líquida como la actual los partidos de izquierdas
para ganar elecciones deben mirar también al electorado de sus teóricos
enemigos, la derecha y eso vuelve descafeinadas las medidas de corte ideológico
que puedan tomar.
Probablemente también
en este aspecto tengamos que recurrir a Bauman para asegurar que ese
equilibrio clásico ahora se ha vuelto líquido, e inunda una y otra parte del
espectro ideológico.
Vamos a vivir tiempos
convulsos, complejos, habrá que intentar que esas sensaciones de liquidez no
lleguen también a lo que deberían ser análisis rigurosos.
Veremos……..
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 18
Junio 2018
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