Arnaga, el epílogo
Publicado en Diario 16 el 6 Mayo 2018
El pasado viernes 4 en el
bello paraje de la Villa de Arnaga en un pueblecito del sur oeste de Francia,
Kanbo, Cambo-les-Bains, se desarrolló un acto, que a pesar del intento de
minimizarlo y descalificarlo desde sectores poderosos del establishmen estatal,
resultó histórico.
No sólo para las 89
personas que allí nos encontramos, un abanico más plural de lo que
interesadamente se ha reflejado, sino también para toda la sociedad
vasco-navarra y aunque se trate de ocultar (con el paso de los años se
entenderá con mayor claridad) también para la sociedad española.
Allí esas 89 personas, escribimos
el epílogo de una pesadilla de 50 años de duración. El diccionario de la RAE lo
define como “Última parte de una obra, en la que se recogen reflexiones
relacionadas con su tema central”.
En este caso las
reflexiones están en un documento que quedará para la posteridad como “La
declaración de Arnaga” escrito y leído en castellano, euskera, francés e
inglés. Quizás una de las anécdotas del acto fuera que la primera lengua la
utilizó un mexicano Cuauthémoc Cárdenas y no un español. Habría sido difícil
encontrar entre los presentes alguno que se sintiera así, aunque al menos dos
ya estábamos, ambos socialistas, Raúl Arza secretario general de UGT y yo.
Un documento que sucede
a los elaborados en Aiete I y II que sirvieron, el primero para la declaración
de ETA en la que anunciaba el final de, utilizando su dialéctica, la lucha
armada y la segunda para su desarme total
verificable y verificado.
En ambas ocasiones hubo
interpretaciones interesadas poniendo en duda que fueran reales, el tiempo les
quitó la razón. Este caso no iba a ser diferente y observar la prensa estatal
al día siguiente daba para como mínimo un sentimiento de pena, también de
enfado e indignación.
Mucha manipulación,
demasiada bilis en un momento positivo para nuestro país (ponga aquí cada cual
lo que desee) que debería reclamar una mayor altura de miras. Pero si la mayor
parte de nuestra clase política no la tiene no vamos a reclamársela a ciertos
medios de comunicación.
Si muchos partidos
políticos han olvidado una regla básica de apenas hace unos años, enfrentarse a
temas así con una posición de estado, cómo lo van a hacer los demás. La pena es
que esta forma de analizar lo ocurrido en Kanbo se traslada a la sociedad
española, inoculándola un virus de mala leche y venganza cuando lo que deberían
sentirse es alivio y generosidad.
En las horas siguientes
las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla, precisamente en el
instante en el que esta acababa definitivamente. Reacciones abruptas impropias
del momento histórico que estábamos viviendo. Algunas incluso de más gravedad
que las que se daban cuando ETA estaba en plena actividad, en los años de fuego
y plomo.
Resulta intolerable que
desde ciertos partidos y duele especialmente que alguno sea de izquierdas,
desde algunos personajes de triste y lamentable historia, se azuzara el rencor
y la confrontación en lugar de la reconciliación y la convivencia. El daño que
se está haciendo puede ser irreparable.
Además se está agudizando
una grieta entre la sociedad vasca y navarra que en su inmensa mayoría ha
sentido satisfacción por la desaparición de ETA y visto con agrado el acto de
Kanbo y la española que influenciada por esa bastarda campaña ha adoptado una
posición de confrontación.
Los que intentamos ver
estos acontecimientos con visión de estado nos preocupa que esta situación se
produzca. Que agrande el abismo existente aquí y con la sociedad catalana. La
confrontación política debe evitar como sea que afecte a las relaciones
sociales y en ambos casos se está produciendo. En política todo es solucionable
con relativa facilidad, hasta los peores conflictos entre sociedades la cosa es
mucho más compleja y se tarda mucho en restañar las heridas.
Kanbo pasó, queda para
la historia y yo estuve allí, como lo hice en Aiete I y II y a pesar de las
críticas, algunas pasando la delgada línea roja del respeto que me acusan de
tonto útil, canalla o payaso, me siento orgulloso de ello. Como de trabajar
durante casi 30 años de manera individual y colectiva, colaborando con Elkarri,
Lokarri y ahora Foro Social, en el logro de la paz y la convivencia.
Aún queda trabajo que
hacer. Lo mismo que estuve, estaré, con incomprensiones y críticas pero estaré,
porque así se escribe la historia.
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 5
Junio 2018
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