Reflexiones en un recodo del camino
El otro día escuchaba en un programa de radio una encuesta sobre las palabras más bonitas de la lengua española. Quiero en este reflexión mañanera referirme a las diez que más me llegan, las que intento seguir, las que despiertan en mí sensaciones y sentimientos positivos.
Quizás la primera sea UTOPÍA, aquello que persigues y que parece imposible de alcanzar, pero que gracias precisamente a eso te hace avanzar, enriquecerte, sentirte vivo. También en el amor he buscado la utopía y quizás es lo que me ha hecho fracasar tantas veces, la búsqueda de esa persona tan especial ha limitado mi capacidad de vivir junto a las grandes personas que he conocido. Pero aún me queda camino por recorrer y quizás la vida me depare lo mejor al final.
LIBREPENSADOR, lo que siempre he intentado ser y supongo que nunca llegaré a ser totalmente. Quien piensa y añado se expresa, con libertad, sin condiciones de quienes detentan el poder sea laboral, político, económico o incluso sentimental, aunque eso siempre, siempre tiene un costo a veces terrible, pero que he asumido a lo largo de mi vida al ir ligero de equipaje.
AMISTAD, uno de los sentimientos más nobles, ya la Real Academia de la Lengua lo define como “Afecto personal puro y desinteresado compartido con otra persona que nace y se fortalece con el trato”. Grandes conceptos, afecto, puro, desinteresado, que definen una relación pero sobre todo un sentimiento. Siento que en los últimos tres años he abandonado bastante lo que para mí supone un elemento central de mi vida, pero nunca es tarde para recuperarlo.
TERNURA, ligada a su traslación práctica, las caricias, afecto, cariño, amabilidad, una capacidad que siempre he tenido quizás en exceso en un mundo tan falto de ella, en el que la gente que te rodea resulta tan insensible, piedras con ojos que para evitarla se cubren con corazas impenetrables. La ternura, ligada a la sensibilidad te hace sentir, pero también dejan al descubierto tus flancos produciendo a veces grandes dolores, pero también son uno de los síntomas de estar vivo. Uno puede sentir ternura por una persona, por una música, un animal, un paisaje, o simplemente paseando baja las copas de los árboles, pero si se es capaz de sentirla uno es rico, debe sentirse rico.
EMPATÍA, y su derivado solidaridad, es percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir. También es un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra. En los últimos días entiendo aún más lo que significa y especialmente lo que traslada su ausencia. Cuando la persona ve sufrir cerca sin que demuestre el más mínimo sentimiento de afecto y comprensión. Reconozco que en mi vida la empatía es una de las sensaciones que más me han hecho implicarme en los problemas del “otro”, individual y colectivamente, quizás por eso tengo y tendré tantas amigas y amigos, es el activo de ser un activista de ella.
DIÁLOGO, compartir las ideas con otra u otras personas sin dogmatismos, sin límites y prejuicios es una de las maneras más eficaces de enriquecerse, de él se puede y debe llegar a la negociación, al acuerdo, a la síntesis. En mi larga vida ya he tenido ocasión de dialogar, de debatir también con todo tipo de personas y en todo tipo de circunstancias, soy también activista de esta actividad humana tan gratificante, también en desuso y como yo en vías de extinción.
SENTIR, experimentar sensaciones que produce lo exterior o lo interior, capacidad de darse cuenta de lo bueno y lo malo que ocurre a tu alrededor. Siempre he sido también activaste impenitente de esto lo que me ha hecho feliz en muchas ocasiones e infeliz en otras tantas, pero no me arrepiento ni siquiera de lo último, quizás sea la manera de no ser otro zombie más en una sociedad repleta de ellos, en la que solo prima lo superficial, el exhibicionismo estéril, pero que huye de lo profundo, de lo más consistente.
BONDAD, uno de los atributos que más valoro del ser humano. En los últimos años creo que el que más, me da igual que la otra persona sea muy inteligente, atractiva, poderosa, adinerada o capaz, lo más importante es que sea bondadosa, o sea que tenga una inclinación natural a hacer el bien. En la pareja es lo más importante, tener cerca de alguien bondadoso o bondadosa es el mejor regalo que la vida te puede hacer.
AVANZAR, luchar, caminar por la senda de la vida, seguir peleando por lo que uno cree en cada campo por el que transites, mirar al frente, sin olvidar los recuerdos pero sin volver la vista atrás evitando así convertirte en estatua de sal, siendo consciente que uno puede caer cien veces que si se levanta ciento una, aunque sea dolorido y maquillado puede seguir transitando este largo y curvo camino. Como decía Dolores: mas vale morir de pié, caminando añado yo, que morir de rodillas (o parado).
AMOR, ay, ay, con la Iglesia hemos topado amigo Sancho. El gran argumento de mi vida, el que me hace perseguir la utopía, siendo librepensador, cultivando la amistad que es una de sus manifestaciones, sintiendo, con ternura, cultivando al empatía con mi “otra”, dialogando con ella, avanzando por la senda desde la bondad. Quizás el Santo Grial que alcanzo y pierdo y vuelvo a alcanzar y a perder incansablemente, que me trae la felicidad máxima y la infelicidad destructiva, amor y desamor, vida y muerte, sensaciones y sentimientos, rimas y razones. El gran motivo por el que vivo y viviré siempre. Activista del amor, ingenuo que sigue creyendo que es el motor que impulsa este oscuro mundo, el que da luz a tanta tiniebla.
Ahora que el desamor me invade sigo gritando alto y fuerte: ¡VIVA EL AMOR! ¡VIVA LA VIDA!
Quizás la primera sea UTOPÍA, aquello que persigues y que parece imposible de alcanzar, pero que gracias precisamente a eso te hace avanzar, enriquecerte, sentirte vivo. También en el amor he buscado la utopía y quizás es lo que me ha hecho fracasar tantas veces, la búsqueda de esa persona tan especial ha limitado mi capacidad de vivir junto a las grandes personas que he conocido. Pero aún me queda camino por recorrer y quizás la vida me depare lo mejor al final.
LIBREPENSADOR, lo que siempre he intentado ser y supongo que nunca llegaré a ser totalmente. Quien piensa y añado se expresa, con libertad, sin condiciones de quienes detentan el poder sea laboral, político, económico o incluso sentimental, aunque eso siempre, siempre tiene un costo a veces terrible, pero que he asumido a lo largo de mi vida al ir ligero de equipaje.
AMISTAD, uno de los sentimientos más nobles, ya la Real Academia de la Lengua lo define como “Afecto personal puro y desinteresado compartido con otra persona que nace y se fortalece con el trato”. Grandes conceptos, afecto, puro, desinteresado, que definen una relación pero sobre todo un sentimiento. Siento que en los últimos tres años he abandonado bastante lo que para mí supone un elemento central de mi vida, pero nunca es tarde para recuperarlo.
TERNURA, ligada a su traslación práctica, las caricias, afecto, cariño, amabilidad, una capacidad que siempre he tenido quizás en exceso en un mundo tan falto de ella, en el que la gente que te rodea resulta tan insensible, piedras con ojos que para evitarla se cubren con corazas impenetrables. La ternura, ligada a la sensibilidad te hace sentir, pero también dejan al descubierto tus flancos produciendo a veces grandes dolores, pero también son uno de los síntomas de estar vivo. Uno puede sentir ternura por una persona, por una música, un animal, un paisaje, o simplemente paseando baja las copas de los árboles, pero si se es capaz de sentirla uno es rico, debe sentirse rico.
EMPATÍA, y su derivado solidaridad, es percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir. También es un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra. En los últimos días entiendo aún más lo que significa y especialmente lo que traslada su ausencia. Cuando la persona ve sufrir cerca sin que demuestre el más mínimo sentimiento de afecto y comprensión. Reconozco que en mi vida la empatía es una de las sensaciones que más me han hecho implicarme en los problemas del “otro”, individual y colectivamente, quizás por eso tengo y tendré tantas amigas y amigos, es el activo de ser un activista de ella.
DIÁLOGO, compartir las ideas con otra u otras personas sin dogmatismos, sin límites y prejuicios es una de las maneras más eficaces de enriquecerse, de él se puede y debe llegar a la negociación, al acuerdo, a la síntesis. En mi larga vida ya he tenido ocasión de dialogar, de debatir también con todo tipo de personas y en todo tipo de circunstancias, soy también activista de esta actividad humana tan gratificante, también en desuso y como yo en vías de extinción.
SENTIR, experimentar sensaciones que produce lo exterior o lo interior, capacidad de darse cuenta de lo bueno y lo malo que ocurre a tu alrededor. Siempre he sido también activaste impenitente de esto lo que me ha hecho feliz en muchas ocasiones e infeliz en otras tantas, pero no me arrepiento ni siquiera de lo último, quizás sea la manera de no ser otro zombie más en una sociedad repleta de ellos, en la que solo prima lo superficial, el exhibicionismo estéril, pero que huye de lo profundo, de lo más consistente.
BONDAD, uno de los atributos que más valoro del ser humano. En los últimos años creo que el que más, me da igual que la otra persona sea muy inteligente, atractiva, poderosa, adinerada o capaz, lo más importante es que sea bondadosa, o sea que tenga una inclinación natural a hacer el bien. En la pareja es lo más importante, tener cerca de alguien bondadoso o bondadosa es el mejor regalo que la vida te puede hacer.
AVANZAR, luchar, caminar por la senda de la vida, seguir peleando por lo que uno cree en cada campo por el que transites, mirar al frente, sin olvidar los recuerdos pero sin volver la vista atrás evitando así convertirte en estatua de sal, siendo consciente que uno puede caer cien veces que si se levanta ciento una, aunque sea dolorido y maquillado puede seguir transitando este largo y curvo camino. Como decía Dolores: mas vale morir de pié, caminando añado yo, que morir de rodillas (o parado).
AMOR, ay, ay, con la Iglesia hemos topado amigo Sancho. El gran argumento de mi vida, el que me hace perseguir la utopía, siendo librepensador, cultivando la amistad que es una de sus manifestaciones, sintiendo, con ternura, cultivando al empatía con mi “otra”, dialogando con ella, avanzando por la senda desde la bondad. Quizás el Santo Grial que alcanzo y pierdo y vuelvo a alcanzar y a perder incansablemente, que me trae la felicidad máxima y la infelicidad destructiva, amor y desamor, vida y muerte, sensaciones y sentimientos, rimas y razones. El gran motivo por el que vivo y viviré siempre. Activista del amor, ingenuo que sigue creyendo que es el motor que impulsa este oscuro mundo, el que da luz a tanta tiniebla.
Ahora que el desamor me invade sigo gritando alto y fuerte: ¡VIVA EL AMOR! ¡VIVA LA VIDA!
Te escribo orientada por un amigo... Te iré siguiendo.
ResponderEliminar