Hablemos claro
Escribo esta reflexión un
día especial en el que hace 45 años comenzó la que se denominó “Semana negra”,
habría que añadir de Madrid, con el asesinato a manos de la extrema derecha de
Arturo Ruiz. Después la muerte de Mari Luz Nájera a manos de la policía y que culminó
con los asesinatos de los abogados de Atocha.
Vivíamos en pleno
tardofranquismo anterior a la Transición. Para evitar confusión su comienzo
deberemos situarlo justo después de la aprobación de nuestra Constitución el 6
de Diciembre de 1978, o de las elecciones democráticas del 1 de Marzo de 1979.
Por eso lo acontecido en
1977, o los acontecimientos de sanfermines 1978 deberemos situarlos en el
periodo anterior.
Recordar también que
Martín Villa fue ministro de Interior en el periodo de 5-7-76 a 4-4-79 bajo el
mandato de Adolfo Suarez y anteriormente de Arias Navarro.
Señalo estos datos porque
existen diferentes tipos de “revisionistas” de lo que ocurrió entonces, de uno
u otro tipo, de un extremo u otro, que intentan deformar, manipular, cambiar
esa historia por ignorancia o mala fe.
Como los firmantes de un
artículo de hoy en Diario de Noticias de Navarra que dividen a quienes vivimos
esa Transición imponiéndola “a sangre y pelotazos” y los que como ellos lo
hicieron “oponiéndose y enfrentándose sufriendo por ello violencia y
represión”. Diferenciación sesgada e interesada y por tanto errónea.
Viendo la relación de
firmantes resulta evidente, que esa manipulación viene de que efectivamente
defendimos esa democracia desde lugares e ideologías diferentes. Por cierto que
esas diferencias se mantuvieron a lo largo del tiempo, cuando los que la ponían
en riesgo no eran policías ni militares sino los terroristas de ETA.
Por eso es tan injusta y
dolorosa la simplista separación que hacen.
Por cierto en el
tardofranquismo, entendiendo como tal el periodo entre 1960-1978, la batalla
fundamental se dio en Madrid, no en Bilbao, o Pamplona.
Era en Madrid donde el
régimen se sentía presionado y amenazado y esa resistencia la lideró
especialmente el PCE y CC.OO., además de otras fuerzas de la izquierda menores
como ORT, MCE, LC y en menor medida PSOE.
Al igual que ocurrió al
final de nuestra guerra civil en la que Madrid resistió hasta la extenuación,
mientras por ejemplo el denominado “cinturón de hierro” duró medio telediario.
Fue Madrid la que a lo
largo de esos años sufrió la brutal represión de ese tardofranquismo. Fue
Madrid donde la BPS fue más contundente, donde la Universidad era un peligro
para el régimen y donde se situaron personajes como “Billy el niño”, Conesa, o
Yagüe.
Por eso ocurrieron los
acontecimientos de hace 45 años que algunos de manera vil ignoran, porque
temían a la izquierda de allí y querían sembrar el miedo y el terror para
quebrarnos. Pero no lo consiguieron.
Gracias a ese coraje
aderezado de sensatez, generosidad y lucidez pudimos lograr, apretando los
dientes, una transición a la democracia que tuvo luces y sombras, pero fue la
que se pudo lograr en aquellos instantes. Como quedó demostrado para los
desmemoriados el 23-F de 1981.
Aún recuerdo aquel día,
ya desde Pamplona, a algunos organizando su huida a Francia, mientras otros nos
preparábamos para volver a Madrid, de nuevo Madrid, para luchar allí contra
esos nuevos fascistas. Así se escribió la historia.
Quienes participamos de
una u otra manera en ello fuimos héroes no villanos, leales a ese intento no
traidores y quienes intentan ensuciar nuestro esfuerzo merecen todo el
desprecio. Desde estas líneas así lo reivindico.
Soy consciente de que levanto una polémica, pero alguien debe hacerlo antes lo injusto y manipulado
de algunas afirmaciones.
Veremos…….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias
Villava-Atarrabia 23
Enero 2022
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