¿Quién es el responsable de lo que ocurre en el Open Arms?
Publicado en Nueva Tribuna, Diario 16, Deia, Plaza Nueva, Gara, El Confidencial Digital y Navarra Información en Agosto 2019.
Lo que
está ocurriendo con el Open Arms o con menor eco informativo en el Ocean
Viking, debe hacernos sentir vergüenza a todas las personas de bien del mal
llamado primer mundo.
No es
la primera vez que pasa y tampoco será la última, porque querámoslo o no África
se desangra con guerras, hambre y enfermedades y esta sociedad de consumo
cruel, este capitalismo salvaje, les ha inundado de televisiones por las que
observan nuestro modo de vida.
¿Cómo
no van a intentar llegar a nuestros países, si les mostramos impúdicamente de
manera constante, las diferentes maneras de vida que existen aquí y allí?
¿Cómo
no, si observan por esas pantallas que aquí no existe hambre, aunque ignoren
que es una visión perversa, porque realmente también aquí existe miseria pero
no se la mostremos?
¿Cómo
no, si les mostramos que no hay peligro de guerras, o que las enfermedades se
curan?
En
definitiva después de haber esquilmado ese continente llevándonos sus riquezas
de petróleo, diamantes y piedras preciosas, o en los últimos tiempos el deseado
coltán básico para los móviles que utilizamos a diario, ahora pretendemos
abandonarles a su suerte.
Después
de haberles asolado con guerras que hemos exportado, o enfermedades como el
SIDA o el cólera, sin permitirles que puedan curarlas con campañas para el uso
del preservativo, o medicamentos genéricos.
¿Ahora
pretendemos de manera cruel que no vengan a nuestros países?
Por
eso el Mediterráneo, para nuestra vergüenza, se ha convertido en la mayor fosa
común del mundo, en un cementerio inmoral.
Pero
no queremos verlo, preferimos ignorar esa huída en masa. Metemos la cabeza bajo
el ala para evitar culpabilizarnos.
Pero
lamentablemente para nuestros egoístas intereses existen una serie de personas
altruistas y generosas, que han dedicado su vida y sus ahorros en fletar barcos
que se dedican a salvar vidas en ese Mediterráneo cruel y así mostrarnos esa
realidad que no queremos ver.
En ese
mismo mar que millones de ciudadanos de nuestro mundo emplean para sus baños y
juegos, mueren personas cada día, y serían muchas más si no fuera por ellos.
Si
cada uno de esos bañistas veraniegos dedicara un pensamiento a esto, si a la
hora de refrescarse u observarle plácidamente desde nuestras hamacas y
chiringuitos lo hiciéramos, probablemente este problema no existiría.
Pero
lamentablemente no es así, aunque machaconamente cada vez que encendamos
nuestro televisor en los diferentes telediarios, nos sacuden bofetadas a
nuestra conciencia a través de las imágenes de lo que se está viviendo ahora en
el Open Arms.
¿Cuántos
los apagamos o miramos hacia otro lado evitando enfrentarnos de cara a ese
genocidio? Y así nos convertimos en cómplices de los Salvini de turno.
Porque
Salvini es un producto de nuestro mundo, por dos razones; porque lo hace al
pensar, probablemente de manera acertada, que eso le trae réditos electorales y
además no siente la presión externa ni interna para impedírselo.
¿Cuántas
concentraciones o manifestaciones se han hecho en embajadas o consulados
italianos estos días? ¿Cuántas en las calles de Roma o Turín? ¿Dónde está el
clamor popular europeo protestando por esa inmoralidad? ¿Dónde está la
izquierda en esta crisis? ¿Dónde esa UE de los derechos sociales y la
solidaridad?
Salvini
lo hace porque todos y cada uno de nosotros se lo permitimos. Porque nuestra
conciencia ética u moral está anestesiada, quizás porque también temamos que
esa “invasión” ponga en peligro nuestros privilegios.
Si esa
presión de la calle, de los gobiernos, de la izquierda, de la UE, se produjera
el Open Arms no estaría pasando esa pesadilla. Si en Italia funcionaras las
instituciones de manera democrática no pasaría. Si la justicia estuviera por
encima de su inhumanidad tampoco.
No me
imagino en el lugar de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias bañándose en sus piscinas
o tomando el sol, correteando, o paseando por Doñana y Galapagar, mientras ese
cruel sufrimiento invade los pocos metros cuadrados de esos barcos. No me
imagino su silencia, inacción, no me lo quiero imaginar.
Porque
en el instante que escribo estas líneas ese lugar es una bomba de relojería.
Más de cien personas, sí, sí, más de cien humanos como tú lector o como yo
están a punto de tomar una decisión desesperada.
¿Se
les puede tener días y días viendo desde su popa y proa la tierra prometida a
unos pocos metros sin que la tomen?
Esta
reflexión sigue valiendo después de que el Presidente del Gobierno en
funciones, Pedro Sánchez, haya ofrecido el puerto de Algeciras y posteriormente
Mahon o Palma para desembarcar los más de 100 refugiados.
Si se
hubiera producido hace 15 días habrá sido un gesto de generosidad, ahora con 5
días de travesía por delante con una situación de emergencia en el barco,
resulta un brindis al sol.
¿Cómo
pueden reaccionar esas personas desesperadas si ven que se alejan de la costa y
se internan en alta mar? ¿Creerán que les llevan a puerto seguro o se
amotinarán pensando lo contrario?
Quizás
un gesto adecuado fuera que Carmen Calvo se desplazara al barco y les
acompañara en su travesía hacia puerto español.
Por
eso mantengo mi análisis al completo, por eso y por el silencio vergonzante de
Pablo Iglesias.
Esto
puede acabar en tragedia, el capitán lo lleva advirtiendo en los últimos días.
Que en un gesto de desesperación pueden echarse al mar en masa intentando
llegar hasta la costa y morir 80 o 90 en el intento.
¿Quién
sería el responsable¿ ¿Salvini? ¿El gobierno italiano, el resto de los
gobiernos de la UE? ¿O tú, y/o yo?
Probablemente
todos……….
Fdo.:
José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia
17 Agosto 2019
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