Las primarias en el PP. ¿Derecha Vs extrema derecha?
Artículo publicado en Navarra Información, Plaza Nueva, Gara y Diario 16 el 11 Julio 2018 y Diario de Noticias de Navarra el 13.
Las primarias en la política española fueron “inventadas” por el PSOE que en 1998 enfrentó al candidato oficial, el entonces Secretario General Joaquín Almunia, con Josep Borrell que en un alarde de audacia decidió medirse en libre competencia.
Fue la primera
experiencia y también la primera demostración de que en momentos difíciles las
bases se suelen sublevar, doblegando con la fuerza del voto secreto el poder de
las estructuras de poder internas, apoyando al candidato alternativo, en este
caso un Borrell por el que nadie apostaba.
Ya en aquella etapa ese
animal político experto en “aparatos”, Alfonso Guerra, advirtió del lo
peligroso de un experimento que se podía volver contra quienes lo ponían en
marcha. Siempre es más controlable cuando quienes deciden son delegados de las
bases, que habitualmente suelen ser gentes muy conectadas con el poder, a que
lo hagan esas bases de manera incontrolada.
Tenía razón Guerra y
ganó Borrell aunque su andadura fuera excesivamente breve. La siguiente
experiencia fue diferente ya que no fue el voto directo de los afiliados
quienes auparon a Zapatero a la SG del PSOE sino la de los delegados en un
Congreso reñidísimo, pero igualmente en las mismas circunstancias de descontrol
total.
Después la vuelta a las
primarias directas con la confrontación a tres entre Pérez Tapias, Madina y
Sánchez, devolvieron las aguas a su cauce ganando el candidato del aparato.
Todo parecía de nuevo atado y bien atado hasta las últimas, en las que
nuevamente unas bases molestas con el apoyo a Rajoy auparon de nuevo al Pedro
Sánchez del “no es no”.
La irrupción de Podemos
consiguió una vuelta más en la tuerca arrastrando primero a Ciudadanos, aunque
de manera bastante descafeinada y por último a un PP aturdido por la pérdida
inesperada del poder y la huída de su líder Rajoy.
El vértigo de entrar en
esa dinámica peligrosa que advertía un Guerra que sabía mucho de eso, ha
sacudido sus cimientos sin estar preparados, especialmente después que el
sucesor nato, Núñez Feijoo se haya acobardado al borde del un precipicio de
consecuencias imprevistas.
Nuevamente las bases
ponían patas arriba la estructura del partido, incluso hasta darse la paradoja
que quien controlaba el aparato María Dolores de Cospedal no haya sido capaz de
superar el primer corte.
Nuevamente lo
desconocido aparecía en escena y el temor de que la más votada en las
votaciones directas, Soraya Sáenz de Santamaría (favorita clara en las
encuestas realizadas en el electorado del PP) no sea capaz de ganarle al recién
llegado Pablo (sí, sí, otro Pablo) Casado, debido a que los compromisarios
vayan en dirección contraria a la dirección marcada.
El interrogante abierto
se dilucida el próximo 21 de Julio aunque parece evidente que el partido se va
a ver seriamente dañado a menos de un año del las elecciones municipales y
autonómicas y un poco más de las generales.
¿Existen realmente
diferencias de fondo entre los dos rivales en contienda? Parece que no, aunque
sí pueda parecer que en las dos almas que suelen convivir en los partidos y el
PP no podía ser menos, Casado representa al sector más reaccionario y a pesar
de su juventud antiguo, mientras que Sáenz de Santamaría parece la más
centrista y moderna.
La derecha española
lleva tiempo pendiente de homologarse a la que domina los países más avanzados
de Europa. La cuestión y quizás sea eso lo que esté en juego en ese Congreso,
será si debe ir hacia figuras como May, Merkel o Macron, o por el contrario
hacia los movimientos emergentes en Italia, Austria, Hungría, o Le Pen en
Francia, Johson en el Reino Unido y Salvini en Italia.
Si debe competir por el
centro con Pedro Sánchez dejando a Rivera las posiciones más extremas, o bien
con este último abandonando ese espacio al primero.
Del resultado de esa
contienda se va a ver beneficiado uno de los dos y si no son capaces
posteriormente al 21 de restañar las heridas podría ser que los dos.
Difícil lo tiene el PP,
pero de lo que resulte también el país puede verse afectado. Un líder de la
oposición instalado en la confrontación y la bronca no sería lo más deseable
para España, por eso ciertos sectores de la gran banca y del IBEX 35, los
poderes fácticos, están poniendo velas para que salga elegida Soraya Sáenz de
Santamaría.
Sinceramente parece que
sería lo más conveniente para un PP ahora mismo a la deriva.
Lo que parece evidente
es que esta compleja situación dejaría abierta de par en par la posibilidad de
victoria incuestionable del PSOE en las próximas citas electorales y quizás
también a medio plazo.
Veremos…….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 10
Julio 2018
Comentarios
Publicar un comentario