El momento de la verdad
Artículo publicado en Publicoscopia el 21 Junio 2016 y en Gara y Diario de Noticias de Navarra el 24 Junio 2016
Los taurinos (está muy mal visto nombrarlos hoy en día) definen el momento de la verdad como el instante en el que el torero toma su estoque de verdad, se perfila ante un toro cuadrado y entra a matar. Es cuando se recoge, o no, toda la faena hecha con anterioridad, porque aunque hayas hecho una magistral levantando literalmente la plaza en pié, pero a la hora de matar entras seis veces y otras diez a descabellar es probable que salgas abroncado, con pitidos y almohadillas, mientras que si de una certera estocada acabas la cuestión eres capaz de abrir la puerta del éxito.
Los taurinos (está muy mal visto nombrarlos hoy en día) definen el momento de la verdad como el instante en el que el torero toma su estoque de verdad, se perfila ante un toro cuadrado y entra a matar. Es cuando se recoge, o no, toda la faena hecha con anterioridad, porque aunque hayas hecho una magistral levantando literalmente la plaza en pié, pero a la hora de matar entras seis veces y otras diez a descabellar es probable que salgas abroncado, con pitidos y almohadillas, mientras que si de una certera estocada acabas la cuestión eres capaz de abrir la puerta del éxito.
El 26-J en lo que a
política se refiere se va a producir también ese momento de la verdad. Es igual
lo que hayas hecho anteriormente, que te hayas esforzado en buscar alternativas
transversales, o fórmulas intentado el “sorpasso”, o creas que a pesar de estar
rodeado de casos de corrupción entiendas que lo haces muy bien en lo económico,
incluso que pienses que eres el más regenerador de la historia. Ese día la
ciudadanía dictará su sentencia y como no remates de una certera estocada
saldrá por la puerta de atrás.
Quedan pues cinco días
para ese fatídico momento. El cuatripartito pretende consolidarse y cada cual
superar al de al lado, pero lamentablemente no todos lo conseguirán. PP, PSOE
los clásicos y Podemos, Ciudadanos los nuevos y emergentes, se juegan mucho más
que un resultado electoral, se juegan su propio futuro, incluso el devenir de
este país.
Ahora todos miran con
inquietud la lluvia de encuestas que nos desbordan. Dicen que éstas sólo
indican tendencias y parece evidente siguiéndolas que a día de hoy el PP gana
aunque perdiendo fuelle (mucho menos del que merece a la vista de los casos de
corrupción que le corroen), el PSOE a duras penas se mantiene, aunque en los
últimos días se observe un leve repunte, Podemos parece la estrella rutilante
aunque menos y Ciudadanos lo que se parece cada vez más a uno de esos
futbolistas que apuntan maneras pero no acaban de triunfar.
Pero dicen mucho más
las tendencias. Dicen por ejemplo que de manera sorprendente las izquierdas van
a sumar más y las derechas menos que el pasado 20-D y que incluso su suma les
puede aportar la mayoría absoluta.
Curioso dilema el que
se abre a partir de esa evidencia, ya que esa situación, que podría ser una
gran noticia a la hora de plantearse un gobierno alternativo de Rajo y su PP,
puede resultar quebrada si el PSOE queda detrás de Podemos y no es capaz de dar
la talla.
Ante esa hipótesis, que
la izquierda tenga un gran resultado pero el orden del 20-D se invierta, surge
una cruel pregunta: ¿serán capaces los dirigentes del PSOE de frustrarla y
darle el gobierno a una derecha en minoría? ¿Qué efectos puede tener esa
decisión en su futuro a medio y largo plazo? ¿Acabarán siguiendo dramáticamente
la senda abierta por el PSI primero y el PASOC posteriormente?
¿O por el contrario
Pedro Sánchez tendrá el coraje, la valentía de hacer lo que desean la inmensa
mayoría de sus votantes, aceptando un gobierno con Podemos aunque sea con Pablo
Iglesias encabezándolo y pasar a la historia? Siguiendo los símiles taurinos,
¿se atreverá a salir por la puerta grande, o huirá a escondidas de manera
vergonzante recibiendo los pitidos del respetable?
Difícil dilema entre lo
malo y lo peor, especialmente para su propio futuro político. Los políticos de
talla, los que realmente valen la pena, cuando demuestran que lo son es
precisamente en estos momentos especialmente complejos y difíciles.
Sólo hay una circunstancia
que puede evitar esa terrible decisión, que a última hora el electorado
socialista consciente de esa peligrosa situación acabe movilizándose y consiga
salvarle los muebles situándolo aunque sólo sea por un diputado por encima de
Podemos.
En cualquier caso
parece que la pelota estará situada sobre su tejado, el del PSOE y
especialmente el de su líder Pedro Sánchez. Poca gente confía en su valor,
aunque en política a veces surgen las sorpresas y gentes que parecen vulgares
se convierten como consecuencia de verse situadas en circunstancias límites, en
políticos para la historia. Ojalá sea esta una de esos casos excepcionales.
Éste es el momento de
Pedro Sánchez, ese instante en el que las decisiones cruciales las debe tomar
él en su soledad más cruel. Confiemos en que nos dé la sorpresa, consiga estar
por delante o detrás de Pablo Iglesias. Confiemos en que sea consciente de que
la historia le ha situado en ese dilema por alguna razón y nos demuestre que
está hecho de una pasta especial. Desde estas líneas se le anima a eso, que
consiga como Ulises desoír las voces perversas de quienes pretenden enviarle al
culo de la historia. Los políticos de verdad se visten desde abajo.
El 26-J a la noche
tiene toda la pinta así de convertirse en uno de esos instantes cruciales de la
historia de nuestro país. De esos en los que algo muy profundo puede cambiar
para siempre. Veremos………………
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Afiliado al PSC viviendo en Navarra)
Villava-Atarrabia 20
Junio 2016
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