La insoportable levedad de la traición de l@s mediocres
Publicado en Publicoscopia el 5 Enero 2016
Aunque el título incite
a pensarlo, no se va a hablar en esta reflexión del libro de Milan Kundera sino
de la situación por la que atraviesa nuestro país, la izquierda y más en
concreto su partido mayoritario hasta ahora, el PSOE.
Volviendo la vista
atrás, hace apenas unos meses las gentes más activas, inquietas, la vanguardia
del mismo apostó en unas primarias trucadas por aquel que de los tres
presentados representaba los valores esenciales del socialismo, de la izquierda
en el socialismo: José Antonio Pérez Tapias. Con el apoyo de la única corriente
organizada y legalizada, Izquierda Socialista, defendió propuestas de profundo
calado como el necesario giro a la izquierda, abrir un proceso constituyente
que pudiera cambiar el modelo de estado hacia una III República, el Estado
Federal Plurinacional, derecho a decidir, o la supresión del artículo 135 de la
Actual Constitución que condena a las capas populares al sufrimiento y la
marginación.
Como era de esperar a
pesar de que la mayoría de la afiliación socialista comulga con esas ideas,
fueron ampliamente derrotadas por el rodillo de los aparatos, en especial de
Andalucía, que habían apostado fuerte por una figura que consideraban más
manejable y acorde con sus intereses y así un bisoño Pedro Sánchez se hizo con
su SG. Eso después de que Susana Díaz se dejara querer apostando posteriormente
por otro momento mejor. Qué cruel es la política, cuando alguien apoya a un
compañero con el oscuro deseo de que no tenga éxito para así poder ocupar su
lugar.
La izquierda del
partido dividida entre Tapias y Madina a pesar de sumar más del 50 % tuvo que
dar un paso atrás y esperar otro instante mejor. Un instante que no llegará
ahora ante la continua sangría que en ese trayecto ha tenido, incapaz de
aprovechar la oportunidad que le daban unas bases deseosas de un cambio de
rumbo en el PSOE.
Así llegamos a las
elecciones del 20-D, en las que aunque Pedro Sánchez salvó los muebles con unos
resultados mejor de los esperados, cometió el “pecado imperdonable” de apostar
por intentar un gobierno alternativo a Rajoy y su PP desde la misma noche
electoral.
Sonaron así todas las
alarmas en los poderes fácticos, financieros, económicos, mediáticos, en los
viejos barones anclados en el pasado, en una Susana Díaz que ya se veía en su
silla y temía que esa operación pudiera cuajar desbaratando así sus planes, e
incluso entre los damnificados de su breve mandato, Madina y Gómez que aún
compartiendo esa propuesta saltaban cual lobos hambrientos en búsqueda de una
víctima que consideran debilitada.
La parte más oscura de
la actividad política se abría paso en el interior del PSOE avergonzando a sus
ancestros, en especial su fundador Pablo
Iglesias que si levantara la cabeza echaría a latigazos del templo a estos
irresponsables.
Así nos encontramos
ahora a un Pedro Sánchez a los pies de los caballos, defendiendo lo que en las
primarias hicieron sus oponentes y perseguido por quienes le auparon a la SG.
Con la tremenda paradoja que esas bases que votaron a Madina y especialmente a
Tapias observan con asombro, que quien tuvieron en frente ahora se encuentra a
su lado mientras los que manejaban los aparatos que consiguieron derrotarles,
aparecen a sus espaldas intentando acuchillarle cual Julio César actual.
¿Recordáis una anterior reflexión sobre “guárdate de los idus de Marzo Pedro
Sánchez”? Paradojas de la política.
La traición de los
mediocres que controlan un centenario partido no sólo está siendo a su líder,
también pretende serlo a su base social a la que quieren condenar a cuatro años
más de sufrimiento con Rajoy y su PP. Esta bastarda operación no sólo intenta
liquidar a Pedro Sánchez, también vender su primogenitura por un plato de
lentejas a sus enemigos de clase.
¿Cómo evitarlo?
Ciertamente es difícil empeño ante la fortaleza del enemigo, pero sólo gana
quien resiste y aún existe una oportunidad de desbaratarla. Para ello haría
falta un paso hacia delante de quienes pueden liderarla, que son realmente
pocos ante la deserción de Madina y Tomás Gómez. Sólo figuras respetadas entre
las bases más activas, más revolucionarias podrían conseguirlo. Gentes como
Pérez Tapias, Odón Elorza e incluso Miquel Iceta deberían ponerse a ambos lados
del SG y dar la batalla contra l@s traidores.
Aunando fuerzas,
conectando con unas bases que no desean consentir un nuevo gobierno de Rajoy
por acción (permitiéndolo ahora) u omisión (provocando su fortalecimiento a
través de unas nuevas elecciones que nadie duda se lo daría). Sólo con la
valentía de buscar un gobierno de progreso, con la audacia de intentarlo, la
imaginación de buscar nuevas soluciones para viejos problemas que eliminen
escollos que ahora parecen insuperables y generosidad para consensuar
propuestas eso será posible.
Desmontar desde dentro
del PSOE con la fuerza de sus bases la oscura y sucia operación puesta en
marcha para defenestrar a su SG. Acabar con la suicida ambición de algunas y
darle la vuelta a una situación insostenible.
No existe otra
alternativa que dar la cara y si hace falta morir con las botas puestas.
Sánchez, Tapias y Elorza podrían conseguirlo si se sitúan codo con codo y
plantan cara a los traidores. Aún se puede parar este desastre y la obligación
es intentarlo. Con el apoyo, la colaboración de Izquierda Socialista y de todos
los sectores de izquierdas que aún quedan dentro.
Ahora la decisión de la
CUP del pasado domingo allana el camino. Si Artur Mas hubiera sido investido
President la posibilidad de un gobierno de progreso se habría esfumado. Las
poderosas fuerzas que se oponen al mismo habrían hecho una presión insufrible
contra Pedro Sánchez alegando que el Estado estaba en peligro y las opciones de
Gran Coalición o de permitir un gobierno del PP subirían como la espuma. Esto
unido a las sensatas declaraciones de Pablo Iglesias de ese mismo día abren una
oportunidad histórica de hacerlo realidad.
Pero no bastaría solo
con la ganar la batalla interna dentro del PSOE, se necesita también la
complicidad de las otras izquierdas, en especial Podemos que debe entender que
este es un momento histórico en el que las ambiciones partidistas deben quedar
aparcadas en beneficio del bien común. Ayudar a Pedro Sánchez en su batalla
también es una obligación para los líderes de Podemos. Juntos, socialistas,
podemitas, gentes de la Unidad Popular, de las izquierdas independentistas, incluso
de nacionalistas progresistas, podemos parar a la derecha y estamos obligados a
ello. Unas nuevas elecciones la fortalecerían de manera definitiva y nuestra
clase no nos lo perdonaría en 50 años.
Este es el momento,
este el lugar de unir fuerzas, de luchar y vencer.
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Afiliado al PSC viviendo en Navarra)
Villava-Atarrabia 3 Enero 2016
Fíjate que ya hace años que dejé de votar al PSOE, también creo que nunca más lo haré, pero tu visión y exposición del problema es de lo más lúcido que he podido apreciar en estas últimas semanas.
ResponderEliminarComprendo que te mueve la ilusión, más allá de impedir un gobierno del PP, reforzar a Pedro Sánchez llamando a filas a la Izquierda del PSOE, para posibilitar un Gobierno de la Izquierda.
Supongo que te atrae la atención, debería ser así, "llamar a filas a la Izquierda del PSOE". Pues no hay otra, hay filas que no parecen de Izquierdas dentro del PSOE, esa que os ha llevado a la posición actual, y bajando...