La política, los políticos como GH
Publicado en Diario 16, Nueva Tribuna, Periodista Digital, Navarra Información, Plaza Nueva, Deia, Gara, Diario de Noticias de Navarra, Diario de Noticias de Guipuzcoa del 5 al 11 Abril 2019.
No
suelo ver los reality show porque desprecio este tipo de programas que se
dedica a sacar los peor del ser humano, también porque me indigna el dirigismo
social que practican, a menudo de manera sutil y a veces burda y vomitiva.
Pero
reconozco que para tener una idea certera de por dónde va esa sociedad que los
consume al mismo ritmo que la comida basura, debemos imponernos de vez en
cuando verlos para poder conocer esa realidad aunque duela.
Leía
artículos sobre el rey de estos programas, Gran Hermano y llevo unos días
consumiéndolo en pequeñas dosis para evitar una intoxicación mortal de mis
neuronas. Me he escandalizado, se me han abierto las carnes de la manipulación
que utilizan, cómo engañan al personal sin inmutarse, sin respetar las mínimas
reglas de lo ético e incluso de la buena educación.
Pero
también es cierto que baten semana tras semana los records de audiencia.
Millones y millones de personas se sientan cada noche frente al televisor para
verlo, lo que indica que conectan perfectamente con los gustos de una sociedad
que, o bien ésta se siente identificada con sus concursantes y sus actos, o cual
borregos rumbo al matadero conectan con sus propuestas.
Estoy
convencido que muchos de nuestros políticos actuales beben de sus fuentes, no
sé si consumiéndolo personalmente o al menos que sus asesores lo hacen. Por eso
una parte de la campaña electoral actual, sin distinción de colores o
ideologías, se asemeja cada vez más a un GH de la política.
Pero
después de ver algunos de sus últimos episodios me pregunto: ¿Cómo es posible
que millones de personas se dejen engañar con tanta facilidad? ¿Cómo que semana
tras semana se queden hipnotizados dejándose beber su cerebro, sus neuronas por
semejante espectáculo? ¿Cómo que acepten sin rechistar que lo que se supone que
es un ejercicio democrático, ya que los expulsados lo son por votación popular,
resulte ser tan manipulado? ¿En qué se parece GH a unas elecciones en nuestro
país?
Porque
ese supuesto de democratización se ha visto desenmascarado, o al menos yo lo
aprecio así, cuando al parecer alguien con mucho dinero apuesta por una de sus
concursantes y se gasta un capital importante votándola, ya que las votaciones
se cobran (una parte del negocio). Sólo por eso ya sería suficiente para ser
retirado de pantalla por fraude.
Esa
concursante que se salva semana tras semana debido a ese sistema recaudatorio,
resulta que una vez que los votos son gratuitos saca la friolera del 75 % en
contra. ¿Nadie se interroga sobre de dónde sale esa diferencia? ¿Nadie tiene el
juicio crítico de entender hasta dónde llega el colosal engaño? ¿Nadie se
rebela dando un golpe en la mesa abandonando la visión de esa maquinaria de la
mentira, que es único método eficaz para castigarles? ¿Esa es la sociedad que
tenemos realmente?
Todos
esos interrogantes que me hago después del visionado de una parte mínima del
programa me llevan a la tristeza y decepción. Mientras nuestros conciudadanos
consuman con avidez y parece que con éxito ese tipo de programas, los que
venimos de la política clásica no tenemos nada que hacer.
Gane
quien gane en las próximas elecciones, izquierdas o derechas, serán un reflejo
de esa sociedad aborregada, líquida consumidora de reality shows y por tanto
fiel reflejo de este tipo de programas.
No me
extraña que Bannon apueste por políticos tipo como si fueran candidatos a un
reality show, porque es lo que la sociedad demanda……….
Fdo.:
José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia
5 Abril 2019
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