De Italia a Alemania; Europa en gris
Artículo publicado en Diario de Noticias de Navarra y Navarra Información el 6 Marzo 2018
Corren raros vientos
por la vieja Europa. Los esquemas clásicos en la política de derecha e
izquierda se rompen en mil pedazos, se supone que como consecuencia de los
cambios sociales que se están produciendo, ante las que los segundos ni están
ni se les espera. En las últimas elecciones el bipartidismo desaparece,
emergiendo nuevas fuerzas políticas difíciles de clasificar utilizando los
cánones antiguos.
Los analistas incapaces
de definirlos y analizarlos con claridad los definen de manera genérica como
“populistas”, errando su diagnóstico al confundir apoyos populares con otros
elementos inclasificables. Así a los fracasos de las encuestas se le añade el
de los autodenominados politólogos y los ideólogos de izquierda.
Esa nueva realidad ha
empujado a los partidos de izquierda clásicos a cambiar su norma básica de
trabajar, y así de intentar transformar la sociedad han pasado a solamente
interpretarla, o sea ir por donde le marcan sus preferencias.
Ese cambio ha eliminado
de un plumazo las líneas que separaban derecha e izquierda, confundiéndolas
hasta el punto de parecer las mismas, provocando un proceso de decepción grupal
que ha llevado a la aparición de nuevas formaciones y movimientos, que
pretenden ocupar su lugar y lo están consiguiendo a lo largo y ancho del viejo
continente.
Se ha visto
recientemente en Francia con la aparición sorprendente de Emmanuel Macron y su
movimiento ¡En marcha!, que les ha llevado a dominar la política francesa.
Alemania mantiene a duras
penas esa diferencia derecha e izquierda, representada por la CDU de Ángela
Merkel y el SPD de Martin Schulz, pero después de la experiencia de la
denominada “Gran coalición” de la legislatura pasada, cada vez con diferencias
más difusas.
La noticia de estos
días es que los resultados de las últimas elecciones legislativas, más la
presión de la extrema derecha neonazi, ha obligado a repetir de nuevo esa
coalición, aunque no sin desgarros profundos en el SPD que han obligado a
dimitir al impulsor de la misma, Martin Schulz.
La sublevación de los
jóvenes socialdemócratas, los denominados “jusos”, han estado a punto de
echarla abajo y auguran un futuro de bronca interna y probablemente ruptura en
el futuro.
Pero donde más se ha
comprobado la quiebra del clásico bipartidismo ha sido en los países del sur,
España e Italia especialmente.
En nuestro país los
tradicionales PP y PSOE que se repartían sucesivamente el pastel del poder
estatal, autonómico o municipal, han dejado paso a cuatro con la llegada de
Ciudadanos y Podemos. El futuro se augura novedoso, especialmente con la
irrupción fulgurante de un Ciudadanos y su líder Rivera favorecido por la
corrupción del PP, la inanición de la izquierda y las tensiones con Catalunya.
Por último en Italia
una vez celebradas las elecciones del pasado domingo, el panorama parece igualmente
endiablado, debido en parte a su complejo sistema electora, que permite la
atomización de sus cámaras.
La quiebra de la
derecha con los neofascistas de Forza Italia adelantando a Forza Italia del
incombustible Berlusconi, más la derrota del Partido Democrático del anterior
mandatario Mateo Renzi y la irrupción del Movimiento 5 estrellas del
esperpéntico Grillo, hacen prever una legislatura compleja y tensa.
Vienen malos tiempos
para esta parte del mundo y la izquierda europea debe reaccionar antes de que
se la condene al ostracismo o a desaparecer. Entender que para evitarlo
necesita obligatoriamente tomar decisiones audaces y novedosas, probablemente
volviendo a los viejos esquemas clásicos y especialmente eliminar las batallas
partidistas en su seno, dentro de los partidos y entre ellos.
Quizás viendo lo que
ocurre fuera puedan encontrar las claves de su futuro. Por un lado la
experiencia de Portugal de colaboración entre socialistas, comunistas y las
nuevas izquierdas ecologistas están consiguiendo un notable éxito. Por el
contrario la confrontación de esas mismas izquierdas en Alemania, Francia o
Italia las llevan al desastre.
En nuestro país el
fenómeno de la lucha de los pensionistas que se están echando a la calle en
defensa de sus derechos, debería llevar a un entendimiento definitivo entre
PSOE y Podemos que pudiera hacerles liderar conjuntamente esa batalla. Al igual
que diseñar conjuntamente una estrategia a corto y largo plazo en el espinoso
problema de Catalunya y en su lucha contra la corrupción del PP.
Sólo ese entendimiento
puede abrir una vía de esperanza y de luz ante el gris que domina el panorama
actual.
Veremos……….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 5
Marzo 2018
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