16 días de Octubre

Publicado en Deia el 17 Octubre y como "Al borde del abismo"en Gara y Diario de Noticias de Navarra y Radio Rebejde Republicana el 18 Octubre 2017 y en Navarra Información.

¿Quién no recuerda aquella impactante película que en 1979 rodara Juan Antonio Bardem titulada “Siete días de Enero”?. Narraba unos terribles días de 1977, en los que la balbuceante transición española se tambaleó haciendo peligrar la ansiada llegada de la democracia.

Fueron días duros, muy duros, donde hubo que apelar al coraje, a la serenidad, al sentido común para evitar cometer errores que provocaran lo que en realidad pretendían aquellos canallas, que no pudiéramos realizar un tránsito sosegado de la dictadura a esa democracia.

En aquellos días hubo altura de miras, en especial desde un PCE golpeado y también desde quienes intentaban dirigir el tránsito. Allí emergieron dos figuras cruciales que demostraron sus dotes de estadistas, Adolfo Suarez y Santiago Carrillo, a los que luego acompañaron Felipe González, Tierno Galván, Arzallus, Pujol, incluso el mismo Fraga, o Herrero de Miñón. Momentos de estadistas que evitaron lo peor. Gentes de esa talla se echan en falta en los momentos actuales.

Pero volvamos a la realidad, aquellos siete días, aunque realmente fueron cuatro, los que transcurren desde el asesinato de Arturo Ruiz a la masiva manifestación por los asesinatos de Atocha, se asemejan a estos 16, aunque esta vez sin el dramatismo de los asesinatos habidos.

Aunque algunos parecen que los echan de menos cuando pretenden parecerse irresponsablemente a la “vía eslovena”, que cabe recordar destrozó ese país con diez días de guerra, cerca de 100 muertos, o centenares de heridos. Por cierto aquello salió bien por dos razones, porque la todopoderosa Alemania lo apoyó con fuerza y también porque el ejército de Yugoeslavia estaba más pendiente de la guerra con Croacia. No mentemos a la bicha por favor.

Estos nuevos complejos días se iniciaron precisamente el primer día del mes, por cierto en el primer aniversario de otro acontecimiento que movió los cimientos del país, el golpe de estado en el seno del PSOE contra su entonces SG Pedro Sánchez. Ahora en una cabriola del destino vuelve a serlo 12 meses después.

Ese día suficientemente analizado hubo una gran movilización de la ciudadanía catalana favorable a su independencia y una reacción desorbitada y condenable del gobierno de Rajoy, que con su torpeza encumbró  ese deseo, hasta entonces deslegitimado ante la comunidad internacional, de una manera que ni sus propios impulsores habrían imaginado.

Ese día los halcones de ambos bandos se impusieron a las palomas y el Estado español entró en la crisis más importante desde la democracia. En un momento de especial debilidad en lo intelectual por falta de estadistas, de ideólogos con altura de miras como sí los hubo en la a injustamente denostada Transición.

Posteriormente un rosario de manifestaciones de uno y otro tipo, en las tres aristas que tiene el conflicto, los dos extremos, de independentistas y los que denominan unionistas, con toda su parafernalia de banderas y eslóganes y la inmensa mayoría, lamentablemente silenciosa, con su blanco por bandera y posiciones de puente en estos días mal consideradas. Dominan los extremos y la irresponsabilidad se impone con claridad a la sensatez.

Después el esperpento del Pleno del Parlament del martes 10, en el que el independentismo dilapidó el activo que el gobierno de Rajoy le regaló el día 1, especialmente a nivel internacional. Ahora después de esa deriva que nadie entiende ni apoya, se encuentran en una situación peor que antes del pseudo referéndum, con éste deslegitimado incluso por sus propios “observadores” y todos los organismos, comenzando por la UE dándoles la espalda.

Especial relevancia tienen las últimas declaraciones del presidente de la Comisión Europea, Jean Paul Juncker que como ya era sabido les dejó meridianamente claro que no iban a consentir que la UE fuera en un plazo breve de tiempo formada por 98 estados miembros.

En la misma dirección fueron las que hizo el Presidente francés Macron, cuando comento que no se podía consentir una declaración unilateral de independencia de Catalunya, porque al día siguiente se encontraría con un problema similar en su país, o en un lander alemán de Ángela Merkel, o Italia con el norte, etc., etc.

La contundencia de los argumentos desinfló los ánimos de los sectores más moderados del independentismo catalán, especialmente en el seno del PDeCat, antigua Convergencia, que, incluido Artur Mas, comenzaron a recular a partir de ese mismo instante.

Pero no fueron sólo las presiones internacionales, o las amenazas del gobierno del PP las que han desinflado el suflé independentista, sino especialmente el sector económico, financiero y bancario catalán que en los últimos días ha puesto toda la carne en el asador para lograrlo.

Según se ha filtrado las reuniones de gentes significativas de la antigua Convergencia, incluido el propio Puigdemont, con estos sectores ha hecho tambalear el Proces y quizás el recule de éste en el Pleno del martes fuera debido fundamentalmente a ello.
La reunión habida la noche del sábado anterior con el máximo dirigente del poderoso Círculo de Economía de Catalunya, Juan José Bruguera, remató la jugada. De ella según testigos directos el President salió desencajado y con temblores en sus piernas.

Pero conviene volver al famoso Pleno del Parlamente del 10 de Octubre. En él Puigdemont infringió todas las normas legales, éticas y estéticas habidas y por haber.
Sólo recordar que su propia “Ley de Desconexión”, aprobada por cierto de manera ilegal ya que según el Estatut necesitaba una presencia de dos tercios, o sea 91, para ser aprobada y lo hizo con 72, señalaba lo siguiente:

“48 horas después de la proclamación de resultados del referéndum y en el caso que hubiera habido más votos afirmativos que negativos, el Parlament proclamará la República de Catalunya”. El Parlament, no el President. Eso señala su propia ley.

Por lo tanto en ese Pleno, tal y como advirtió acertadamente Miquel Iceta y posteriormente el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, NO SE PROCLAMÓ LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA, y por tanto tampoco se pudo suspender. Todo un despropósito.

A partir de ahí la locura colectiva, idas y venidas, reuniones y más reuniones y un cuervo negro sobrevolando sobre Catalunya, la posibilidad de poner en marcha el ya famoso artículo 155 de la Constitución. O sea despeñarnos todos, ellos y nosotros por el barranco. Puigdemont había frenado justo en el borde pero ahora el PP tenía la tentación de dar el paso suicida.

Ahí apareció Pedro Sánchez, esa misma noche remató una jugada concienzudamente preparada y consiguió frenar a los halcones. Rajoy aceptaba frenar el 155 dando una oportunidad al diálogo y aceptaba dar contendido a la Comisión creada en el Congreso abriendo la posibilidad de la necesaria reforma constitucional.

Una reforma que debe conducir sin prisa pero sin pausa nuestro país a un Estado Federal Plurinacional, recogiendo de alguna manera la posibilidad de realizar referéndums pactados. El día 1 sólo el 37 % (suponiendo que fuera esa cifra realmente) de la ciudadanía catalana apoyó la independencia es cierto, pero también casi el doble apoya el derecho a decidir su futuro.

Quizás haya que escuchar voces autorizadas como la de Iñigo Urkullu, un estadista en medio de tanto insensato, que apuesta por dar una respuesta a "las aspiraciones legítimas" del pueblo catalán que conjugue "el principio democrático con el principio de legalidad". Qué buen intermediario sería.

¿Eso era suficiente? Probablemente no y dependía de la respuesta de Puigdemont debía dar antes del lunes 16. Lo tenía fácil el President, sólo debía decir la verdad, refutada por sus propios halcones de la CUP y ANC, que le pedían declarara realmente la independencia. No ha sido así y nuevamente da un paso hacia el abismo.

A partir de ahora una larga espera hasta el jueves. Una nueva oportunidad para abrir un diálogo y una negociación. Puigdemont ha fallado es cierto, no ha respondido NO a la requisitoria de Rajoy, pero tampoco ha dicho SÍ. Avanza solicitando una reunión y un tiempo muerto de dos meses. Firmando por cierto como President de la Generalitat.

¿Botella medio llena o vacía? De cómo se interprete por el Gobierno de Rajoy y de la presión en ambas partes de las palomas, entre ellas Pedro Sánchez, dependerá que no acabemos despeñados con daños irreparables para todos.

Veremos……..

Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)

Villava-Atarrabia 16 Octubre 2017



Comentarios

  1. Certero análisis Jose, esperemos que cada parte deje de mirarse su ombligo en beneficio de todos

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