El PSN-PSOE en su dilema
Artículo publicado en DEIA el 26 de Febrero 2014
La sorprendente
decisión tomada por el PSN y anunciada a bombo y platillo por su desprestigiado
Secretario General, Roberto Jiménez, de solicitar la inmediata dimisión de la
Presidenta del gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, antes del próximo 3 de
Marzo y en caso contario presentar una moción de censura contra ella y su
gobierno abre la caja de pandora en ésta convulsa Comunidad Foral.
Ese era el titular, el
inicio y el posible final, pero entre ambas circunstancias se esconden una
serie de recovecos legales, jurídicos y políticos algunos de los cuales pueden
condicionar su resultado.
Porque una de las
condiciones expuestas por Jiménez es la necesidad previa de que la comisión de
investigación parlamentaria abierta, aclare y demuestre la veracidad de las
graves acusaciones que la anterior directora de hacienda Idoia Nieves, ha
vertido sobre la consejera Lourdes Goicoechea.
Sin dudar de esas
acusaciones sorprende que en un tema infinitamente más grave como fue el asunto
de la CAN, Jiménez no hubiera sido tan contundente en la aprobación de una
comisión de investigación y posteriormente aprobando la moción de censura
presentada.
A menudo da la
sensación de que algunos, por no decir todos, dirigentes políticos se piensan
que la ciudadanía es tonta, que no se da cuenta de las triquiñuelas, de las
incongruencias existentes en su actividad política, pero eso es porque hablan
poco y escuchan menos a las gentes del pueblo llano.
Pero por encima de
estas reflexiones previas parece evidente que o dimite Barcina, cuestión muy
improbable a la vista de cómo se van desarrollando los acontecimientos, o el
PSN (es mejor hablar con propiedad para evitar los temas personalistas cuasi populistas
de “el partido, el país, soy yo”) debe presentar de inmediato la moción de
censura, para una vez aprobada consensuar con el resto de grupos de la
oposición un gobierno de transición, que nos lleve a una elecciones anticipadas
coincidiendo con las europeas del próximo 25 de Mayo.
Ese es el panorama que
el 98 % de la población navarra vislumbra actualmente. Lógicamente para que esa
propuesta sea viable se necesita el apoyo de Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra y
claro está de la “bicha”, Bildu. Pero parecía evidente al inicio que el PSN
contaba con el OK de Ferraz (no estamos para más bromas como las de 2007) y que
aceptaban esa premisa, o sea contar con la Izquierda Abertzale para llevar
adelante ese diseño.
Aunque la ceremonia de
la confusión de nuevo nos envolvió al escuchar a la vicepresidenta del PSOE, Elena Valenciano,
mano derecha de Rubalcaba y por tanto su portavoz real, descolgándose
planteando que con Bildu ni a heredar. De nuevo zozobra, despiste, decepción.
¿Quizás maniobra de engaño, de despiste?
Mucho se habla en los últimos
tiempos del desprestigio de la política, de la pérdida de confianza, de
credibilidad de la ciudadanía sobre una noble práctica y todos se empeñan en
hablar de la necesidad de recuperarlas y especialmente la dignidad. Pues la
primera norma para conseguirlo es que cosas así no sucedan. Que cuando un
dirigente político plantee algo sea verdad, que no exista ninguna duda de que
eso se va a realizar y que lo dice con autoridad.
A partir de ahora
pueden ocurrir, simplificando, dos cosas. Que se cumpla lo ofertado
públicamente, moción de censura con votos suficientes para ser aprobada, nuevo
gobierno de transición con las mismas premisas y convocatoria de elecciones
anticipadas el 25 de Mayo. O bien que todo sea un bluf, una maniobra oscura que
nos lleve a continuar, aunque sea con leves retoques, con la situación actual.
En el segundo caso
debería suponer, si existe un mínimo de dignidad, una consecuencia como la que
en 2007 hizo despedirse de la política a una persona valiosa, honesta como
Fernando Puras, que se ganó el respeto de una sociedad indignada con lo que
había ocurrido. Por tanto Roberto Jiménez y el resto de las compañeras y
compañeros de la dirección, todos los que nos han llevado a esta encrucijada
ilusionante debieran hacer lo mismo: irse a casa, a sus puestos de trabajo en
la sociedad. Porque nos estamos jugando el poco futuro que han dejado a un
partido de larga tradición democrática, repleto de gentes honestas y que a
menudo no merece ser dirigido de esa manera.
Lógicamente algunos
compañeros y compañeras, muchas de ellas injustamente tratadas, con
incomprensiones y malentendidos, (posiblemente será imprescindible revisar y
corregir ciertas decisiones tomadas con altas dosis de todo ello), llevamos
años defendiendo la necesidad de un diálogo fluido con el resto de las
izquierdas de esta compleja comunidad. Un diálogo transversal, plural, que
conduzca a la posibilidad de acuerdos como los que estamos hablando. La
desaparición de hecho de la violencia de ETA, avala esa posibilidad. La
decisión mostrada el pasado viernes por parte de ésta de desarmarse en un plazo
breve resulta aún más favorable. Es tiempo de defender sin pudor, con valentía
y generosidad que eso no solo es posible sino que además resulta necesario para
garantizar un futuro más justo y democrático. Que la izquierda transversal,
estatal o nacionalista estamos condenados a entendernos, incluso a gobernar
juntos en el futuro próximo.
La inmensa marea de
cambio que el sábado inundó las calles de la vieja Iruña supone un punto de
inflexión. Allí gentes del socialismo, del nacionalismo, de diferentes
procedencias ideológicas, aunque mayoritariamente de la izquierda transversal,
gritamos juntos a favor de un cambio, de unas elecciones anticipadas. Si
alguien, especialmente de ésta ideología, osara contravenir éste mandato estará
condenado a su extinción.
No sabemos qué ocurrirá
en el futuro, pero si como apuntan los rumores cada vez más intensos, el PSOE
pone freno a la dirección tomada por el PSN de presentación de una moción de
censura contra la Presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, para posteriormente
dar la voz a la ciudadanía a través de elecciones el 25 de Mayo coincidiendo
con las europeas, será el mayor error cometido por nuestro partido en la
historia. Nuevamente se moverá por instintos oportunistas cortoplacistas
ignorando el clamor popular que le lleva a decisiones estratégicas, porque nos
estamos jugando no solo el futuro de Navarra, sino quizás también la existencia,
la supervivencia, del propio PSN. Un partido necesario, imprescindible para nuestro
equilibrio social y político.
De confirmarse ese
rumor Roberto Jiménez y toda su ejecutiva deberán dejar sus cargos por
dignidad, al igual que parlamentarias y parlamentarios nuevamente ninguneados
por Ferraz. Será el mayor ridículo jamás hecho y un insulto a nuestra
afiliación y a nuestra base social que el sábado exigió cambios radicales,
reales.
Ojalá eso no ocurra en
esta ocasión, al menos desde éstas líneas apuesto porque ésta vez sí será la
definitiva.
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