La vergüenza nacional
Artículo publicado en Diario de Noticias de Navarra el 29 Abril 2013.
Quizás si Berlanga
levantara la cabeza fuera capaz de realizar una película con este título con la
acidez y la ironía que le caracterizaba, porque la verdad es que las noticias
que cada día se asoman a los medios de comunicación provocan este terrible sentimiento
en el españolito de a pie.
Vergüenza que inspiran
unos políticos, unos representantes de las instituciones del estado, incapaces
de resolver una crisis provocada por su complicidad con el poder financiero y
además salpicados de innumerables casos de corrupción o de corruptelas.
Traidores deleznables que han conseguido manchas, ensuciar una noble actividad
como la política que debiera ser para resolver los problemas de la ciudadanía,
para conseguir el bien común, pero que se ha convertido en un lugar de
consecución de puestos de trabajo y de rapiña.
Resulta lamentable que
mientras estos canallas de traje y corbata siguen libres a pesar del pillaje
realizado, jóvenes que han cometido delitos menores puedan estar en la cárcel
por impago de multas de responsabilidad civil a las que no pueden afrontar por
el paro al que se les condena. ¿Justicia? ¿Justicia para quién? ¿O es que hay
diferentes tipos de justicia, diferentes varas de medir?
La imputación de la
Infanta Cristina, la hija del rey, incluso la sospecha de que éste conociera
los sucios manejos de su yerno Iñaki Urdangarín, resulta la gota que desborda
el vaso.
Aquí en Navarra, una
comunidad que siempre ha presumido de seriedad y rigurosidad, quebradas eso sí
por un ex presidente como Urralburu y sus compinches, ahora se ve de nuevo
conmocionada por la imputación de otro ex presidente y dos de sus colaboradores
más íntimos, uno de ellos, por cierto, actual alcalde de Pamplona.
Pero aún queda abierta
la posible imputación de la actual presidenta, Yolanda Barcina. Todo ello
después de que se conociera las millonarias dietas por reuniones que apenas
duraban un suspiro, que cobraban 11 de los miembros políticos del Consejo de la
CAN, entre ellos dos del Partido Socialista de Navarra, un partido que debe
representar los principios básicos de la izquierda, entre ellos la ética.
Porque ese es uno de
los debates de fondo. No solo las corrupciones, los delitos, merecen la
reprobación social y política, sino también las corruptelas, el enriquecimiento
que aun no siendo ilícito, ilegal si resulta inmoral.
Pero los partidos
políticos implicados, UPN y PSN, permanecen paralizados ante la indignación y
el cabreo de una ciudadanía que ya no confía en ellos.
Si desde los partidos
políticos queremos recuperar la confianza perdida, evitando así que otras
opciones mucho más peligrosas les puedan sustituir, deben reaccionar ya con
medidas contundentes, claras, radicales si se quiere, incluso a riesgo de que
paguen justos por pecadores. Vale más con la que está cayendo que un inocente
sea tratado injustamente, que un corrupto (sea ilegal o inmoral) se vaya de
rositas.
Cada imputado debe ser
apartado inmediatamente de sus cargos institucionales e internos, suspendido de
militancia. Pero no solo los imputados, también los que con su comportamiento
irregular, inmoral está creando alarma social. Por eso no solo defiendo desde
estas líneas que Sanz, Miranda, Maya o Barcina si es imputada, deben ser
expulsados de la vida pública, sino que también Roberto Jiménez o Samuel Caro
deben seguir el mismo camino de manera inmediata.
La situación es
absolutamente insostenible, la ciudadanía ha vuelto la espalda de manera clara
a unos partidos incapaces de poner medidas clarificadoras sobre este asunto y
eso es tremendamente peligroso.
Por eso o reaccionan ya
o pueden ser engullidos por el tsunami que se avecina.
Desde esta atalaya de
observación, desde este lugar de reflexión hago un dramático llamamiento,
especialmente a mi partido, al PSOE para que actúen ya, para que reaccionen de
manera clara aplicando este tipo de normas. El que la hace la debe pagar,
porque si no es así es el propio partido, todos sus militantes, su base social
quienes lo van a pagar.
Tengo serias dudas de
que esto vaya a ocurrir y también de que como en otros momentos de la historia
movimientos populistas, fascistas acaben ocupando un lugar que los partidos
clásicos están dejando abandonado.
Veremos qué pasa en los
próximos días……..hoy un cierto pesimismo me invade.
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