Algo huele a podrido en la política


Artículo publicado en DEIA el 21 Diciembre 2012:

En todas las últimas encuestas del CIS se resalta que el tercer problema para la ciudadanía de nuestro país es la clase política, aunque resulte significativo que la denominemos como “clase” como diferenciándola del resto cuando debiera ser parte fundamental.

Teniendo en cuenta que los dos primeros son la crisis que nos asola y el paro que no deja de crecer situando a la mayoría de la población al borde, cuando no ya de lleno, del abismo de la angustia, es para al menos dedicar unos instantes a reflexionar sobre ello. Son los propios políticos estructurados en torno a sus partidos los que debieran hacerlo, analizando las causas de tal desprestigio de lo que debiera ser una profesión noble dedicada a buscar y lograr el bienestar de los demás, pero lamentablemente en estos momentos se encuentran en otros menesteres menos dignos, entre otras cosa en buscar la fórmula para perpetuarse, especialmente sus cúpulas directivas, en el poder por muy pequeño que este sea.

Los últimos episodios contribuyen de manera activa a que el problema cada vez resulte más grave, alguno como el próximo y reciente rocambolesco caso del ya ex diputado del PP Santiago Cervera y el famoso sobre que debía recoger en una grieta de la muralla de Pamplona, sobre supuestas irregularidades en la gestión de la Caja de Ahorros de Navarra y la implicación en ellas del actual presidente el socialista José Antonio Asiáin. Más allá de que haya sido el objeto de todas las bromas y chistes imaginables, detrás de esta “anécdota” subyace un caso que tiene muchos puntos oscuros y demasiados episodios por aclarar y se puede tener la tentación de quedarnos en un pim, pam, pum contra Cervera evitando así llegar al fondo de la cuestión.
 
Antes que nada señalar que al menos él ha reaccionado con rapidez presentando su dimisión fulminante, una decisión que pase lo que pase le honra y que quizás es el único elemento positivo de este folletín. Contrasta con otro tipo de actitudes como las manifestadas en otros lugares como Catalunya. Que los afectados por los supuestos casos de corrupción que se han destapado en el Ayuntamiento de Sabadell en los que están imputados dos alcaldes, el de dicha localidad, que además es Presidente de la Federación de Municipios de Catalunya y la alcaldesa de Montcada i Reixac, más algún concejal y diputado del PSC, continúen con sus cargos institucionales es un insulto para las gentes de la izquierda. Que la dirección actual del PSC, que llegó a estos puestos defendiendo normas rígidas para lograr la ética en la política, no les haya obligado a hacerlo, también. Resulta terrible que la derecha en estos lamentables episodios nos haya dado lecciones que deberíamos ser los primeros en aplicarlas.



Volviendo al más próximo al menos debiera servir para poner el foco de la investigación política, en una Caja de Ahorros de Navarra que he pasado en apenas diez años de ser una de las más serias y sólidas del país, con un valor estimado de 1.200 millones de euros, a venderse a La Caixa por apenas 180. ¿Cómo es posible que la mala gestión haya hecho perder a los navarros y navarras este inmenso patrimonio que les correspondía? ¿Quiénes son los responsables de ese expolio? Y quizás lo más importante: ¿por qué UPN y PSN se niegan a abrir una comisión de investigación en el Parlamento de Navarra, que intente aclarar y responder esas y otras preguntas? ¿Tienen UPN y PSN algo que esconder, o temen que se destapen vergüenzas hasta ahora ocultas?

Teniendo en cuenta que durante estos años la mayoría absoluta que garantizaban los votos de ambos partidos les ha permitido hacer y deshacer a su antojo con una gran opacidad, repartiéndose los puestos clave de manera “consensuada”, esta negativa abre una peligrosa vía de sospecha que resulta urgente desmontar.

Santiago Cervera, posiblemente cegado por la fijación que tenía en este tema, ha cometido el error de su vida pero al menos con su movimiento ha levantado de nuevo la manta de un asunto demasiado olvidado. Una manta que no debemos consentir se baje de nuevo y en concreto dentro del PSN que al ser un partido de izquierda se le debe exigir una mayor implicación para su aclaración hasta los últimos extremos, debe haber un movimiento interno que exija información, aclaración y depuración de responsabilidades si las hubiera.

Escuchar a un pálido José Antonio Asiáin (que debemos recordar fue vicepresidente del gobierno con Gabriel Urralburu) casi titubeante intentar aclarar que su despacho, que por cierto sigue realizando operaciones para la CAN, ahora ya no lo dirige él sino su hijo, causa al menos estupor y un cierto escándalo. Es probable que este hecho no sea ilegal pero resulta evidente que desde el punto de vista ético y vuelvo a recordar la ética de la izquierda, resulta absolutamente reprobable,  más aún con la que está cayendo aquí fuera, en el resto de la sociedad.

Además a medida que pasan los días se van sabiendo más datos de las prebendas repartidas entre ambos partidos, las dieta millonarias que se han estado llevando sus representantes máximos. Solo por citar de nuevo al representante de un partido de izquierdas, el actual Secretario General del PSN al parecer ha reconocido haber cobrado anualmente 40.000 euros por sus asistencias al Consejo de Administración. Hay que recordar que se celebraban uno al mes, con una duración de un par de horas y supongo que haciendo vacaciones en Agosto. Un verdadero escándalo que no debiera quedar sin respuesta, al menos interna.

Que con millones de familias no pudiendo llegar a final de mes, los representantes políticos se lleven esta pasta gansa no es de recibo y se deben tomar medidas urgentes desde las instituciones que eliminen cualquier tipo de emolumento por este tipo de actividad.

A la vista de los casos comentados, corrupciones, o corruptelas y del efecto demoledor provocado en la sociedad que acaba implicando a todas y todos los que desarrollamos esta noble actividad, la inmensa mayoría exclusivamente para la defensa de nuestros ideales sin buscar ninguna prebenda a cambio, las cúpulas de los partidos deben tomar medidas urgentes para colocar instrumentos que los eviten, o al menos que los dificulten al máximo, empezando por la revisión de sus estructuras internas, de sus esquemas de funcionamiento, que permitan una mayor transparencia, un mayor control por parte de las bases, incluso denunciando este tipo de abusos.

Una de las frases más odiadas es aquella que se utiliza como arma arrojadiza contra los discrepantes: “la ropa sucia se lava en casa”. De eso nada!, para dar un giro radical a esta situación la ropa sucia tenemos la obligación de lavarla fuera, de manera ejemplarizante, tomando medidas contundentes e instantáneas ante cualquier atisbo de suciedad.

Algo huele a podrido en la política y si no queremos que se acabe corrompiendo de manera definitiva, si no deseamos que otros sistemas menos nobles como el populismo la sustituyan, hay que reaccionar ya, ya, ya…….

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