LA FELICIDAD


Qué difícil es, especialmente a los que nos definimos de la izquierda, alcanzar la felicidad en un mundo como el que nos toca sufrir en una época convulsa como la que estamos padeciendo. Todo lo externo parece llevarnos inexorablemente a la infelicidad, al padecimiento, al sufrimiento. La crisis, el paro, los fracasos electorales, la falta de medios económicos, las hipotecas, nos agobien haciendo muy difícil alcanzar este estadio, que por otra parte es el que perseguimos desde que tenemos uso de razón.

Recordar que según el diccionario de la RAE “felicidad” es un “estado del ánimo que se complace con la posesión de un bien”. Posesión, que palabra más fea ligada a un estado tan bello, pero bueno la RAE es así. En términos coloquiales sentirse feliz es tener (que no poseer) lo bueno. Disfrutar de lo que uno percibe como positivo para su vida.

Difícil, muy difícil hoy en día, aunque no imposible. Quizás si somos capaces de rebajar nuestro concepto de “lo bueno” sea más fácil. Si somos capaces de entender que “lo bueno” es una placentera charla con un o una amiga, un paseo por algún recóndito lugar donde el ruido más molesto sea el trinar de los pájaros o el viento al rizar las hojas de los árboles. Algún lugar donde no existan vecinos empeñados en imponernos por la vía de los decibelios sus gustos musicales, ¿o debo decir sus gustos del ruido?, o perros ladrando constantemente. Sí, esos nuevos compañeros del ser humano que al poder de comunicarse con sus congéneres recurre a otras especies que no osen discutirle.

Que “lo bueno” es leer algún buen libro que nos enriquezca en lo intelectual o ver alguna película con algo más que señores y señoras buenas, o escuchar una canción que nos emocione, incluso nos estremezca, una obra de teatro, quizás una puesta de sol de invierno, nevar cerca de una chimenea viendo el misterio del fuego y la brasa, jugar a unos niños que no sean excesivamente escandalosos, mirar dejando volar la imaginación la lluvia tras la ventana, o aquellas personas afortunadas el mar rompiendo con fuerza en las rocas.

¿Por qué esas circunstancias que pueden parecer banales favorecen que nos sintamos felices? Porque activan nuestros sentimientos y la capacidad de sentir es la que nos origina, la que favorece ese estadio.

Pero los sentimientos que nos conducen a la felicidad no solo se dan con situaciones o circunstancias, se nos activan especialmente con personas y más aún con las que amamos. Ahí la cosa se complica, porque generalmente para concretarlos el sentimiento debe ser recíproco y no siempre tenemos la inmensa suerte de que sea así.

Somos felices cuando amamos y somos amados, cuando acariciamos, besamos, abrazamos, entrelazamos nuestras manos, nos miramos a los ojos, sentimos cerca su calor, su olor, bailamos, hablamos, con la persona amada, cuando hacemos el amor. No cuando follamos, no! cuando hacemos el amor que es algo muy diferente. Reconociendo que la felicidad es más intensa cuando ambas partes resultan activas, cundo los sentimientos son compartidos.

En definitiva somos felices cuando activamos nuestra ternura, la ilusión, el deseo, la pasión, la generosidad, cuando hacemos locuras incluso con el riesgo de destrozar nuestras vidas y rompemos cadenas que nos atan a lo cotidiano por ese sentimiento. Cuando sentimos. Cuando sentimos y por ello vivimos.


Los agoreros dicen que los Mayas tienen razón en sus profecías y que el próximo año 2012 es el final del mundo, o cuando menos el final de una era. Todos los indicadores parecen que les dan la razón, quizás por eso en estas fiestas más que nunca os deseo, a todas y todos los que ahora me estáis leyendo, pero especialmente a quienes quiero, a quienes están cerca de mí aunque estén lejos, porque habitan en un rincón de mi corazón y tengo muchos, que seáis felices. No se si con las fórmulas que os he comentado o con otras propias vuestras, pero ser felices, muy felices. Vivir cada instante, disfrutarlo, no perdáis oportunidades de hacerlo y ya sabéis dónde me tenéis, cerca, muy cerca.

Zorionak eta urte berri on, amigas y amigos, enemigas y enemigos, conocidos o desconocidos.

SER FELICES!!!!!!!!!!!!!!!!!

Comentarios

  1. Discrepo (no contigo, amigo mío,) sino con la definición que hace la RAE del término Felicidad.No identifico la felicidad con el término "posesión", y mucho menos "posesión de un bien".Prefiero esta otra definición extraída de Wikipedia:"La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada."Un "estado de ánimo" y como tal, pasajera.No existe un estado de ánimo eterno, ni igual en el tiempo, lo mismo que la felicidad.Los neuropsicólogos han abordado desde siempre este tema, y hay un sinfin de libros de "autoayuda" sobre cómo conseguir se felices.bonita palabra y escaso bien preciado en estos tiempos.Cuántos pueblos indígenas, de ésos que nosotros llamamos subdesarrollados, "no poseén ningún bien" y son más felices que nuestros pueblos modernos y civilizados pueblos...Dónde hay mayor índice de depresiones y suicidios...en África ó en EEUU?.Creo que la felicidad la "fabricamos" nosotros mismos cuando alcanzamos las metas que nos proponemos, por humildes que éstas séan.Creo que la felicidad la sentimos cuando nuestro esfuerzo se ve recompensado.Y, por supuesto, cuando sentimos y hacemos sentir a los demás.Cuando interactuamos y somos copartícipes de la felicidad del "otro".No en vano, somos "animales sociales y socializados".Hablando o divagando sobre la felicidad, aprovecho esta ocasión para saludarte, deseando que "fabriques" grandes dosis de felicidad para tí y para los tuyos.!Felices fiestas y próspero Año nuevo¡

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