El tiempo de los valientes (Publicado en DEIA el 13-09-2010)

La tregua anunciada por ETA puede abrir el camino definitivo hacia la ansiada paz si se gestiona con imaginación, generosidad, diálogo, y valentía, mucha valentía. Según el diccionario de la RAE imaginación es facilidad para poner en marcha nuevas ideas, generosidad; inclinación a anteponer el decoro al interés, diálogo; discusión en busca de avenencia, y paz sería sosiego y reconciliación.

Uniéndolas lo que planteo en este artículo sería algo parecido a: atreverse poniendo en marcha nuevas ideas, a anteponer lo honesto a lo práctico, buscando avenencia con el contrincante en búsqueda del sosiego y la reconciliación. Todo ello con valentía o sea de manera esforzada y animosa.

Este es, debo reconocer, la síntesis de lo que siento en estos momentos después de unos días saturado de comentarios, análisis, críticas, alguna que otra tontería, y poco muy poco de lo comentado.

Vivimos un momento de la historia de la humanidad de una gran pobreza ideológica, donde cada cual actúa en función de intereses partidistas y pocas veces buscando el bien común, por eso no debe extrañar las reacciones habidas al reciente comunicado de ETA. Pero supongo que alguien (algunos, pocos llevamos en ello hace ya muchos años), especialmente desde el poder establecido, debería de actuar con altura de miras, con audacia, imaginación y generosidad en un momento histórico del denominado “conflicto vasco” que realmente debería denominarse “conflicto español” porque nos afecta a todos, buscando a través del diálogo y la negociación la ansiada paz.

En algo al menos estamos de acuerdo: que esta vez parece que los militares caminan detrás de los políticos, como debe ser, aunque tampoco podemos presumir porque en más de una ocasión también nosotros hemos hecho lo contrario. Algo es algo.

Pues si eso es así, si realmente nos creemos que esa es la situación real en el mundo de ETA y su entramado: ¿no sería lo más inteligente seguir agudizando sus contradicciones internas favoreciendo, ayudando a las tesis políticas?

Porque; ¿qué piden ahora desde Batasuna?: ¿derecho de autodeterminación, independencia, Navarra, la amnistía? No, qué va! Lo que piden es su legalización, después de cumplir los requisitos que les impusimos, y medidas light sobre los presos: acercamiento y aplicar las mínimas reglas de humanidad con los que se encuentran gravemente enfermos. Esas “blandas” peticiones parecían impensables hace poco tiempo.

Fácil, muy fácil para el estado. Un estado que ahora tiene que demostrar inteligencia y altura de miras en un momento en el que la paz es más posible que nunca. Una inteligencia que pasa por no cometer errores como la prohibición de la manifestación de Adierazi EH del próximo sábado, que puede dar argumentos a los sectores más recalcitrantes de la IA. Lo inteligentes es apoyar a los moderados de ese mundo que son precisamente los que convocan esa manifestación.

Tampoco parece demasiado hábil ahora que se producen, y se van a producir en el futuro próximo, decisiones por su parte que se acercan mucho a las exigencias que se les ponían para poder participar en las próximas elecciones, introducir palos en la rueda planteando reformas legales precisamente para lo contrario. Ya sé que hay a quien le encanta el juego del “palo y la zanahoria”, pero para que sea eficaz esta táctica inventada por los norteamericanos hace falta guardar un escrupuloso equilibrio entre ambos, sin pasarse de un lado ni de otro.

A pesar de todo ello Batasuna tiene una responsabilidad histórica en este momento y se le deben exigir movimientos audaces, valientes, y desde luego evitar que ese día ocurran acontecimientos que vayan en dirección contraria a la senda que han emprendido. Escribo este artículo con anterioridad pero con el convencimiento de que van a manejar esta situación con habilidad y destreza.

También el PSOE, mi partido, tiene una responsabilidad histórica, y más representando a la izquierda. ¿Qué debería de hacer ahora? ¿Qué sería lo realmente inteligente y eficaz para consolidar esta situación?:

1.- Abrir con sigilo vías de comunicación, o profundizar en las ya existentes, sin prisas pero sin pausas tanto con Batasuna como con ETA.
2.- Negociar con Batasuna una fórmula asequible, legalmente aceptable, que satisfaga a ambas partes para que puedan participar en las próximas elecciones.
3.- Iniciar con generosidad una nueva política penitenciaria que cumpliendo las normas establecidas permita ir cumpliendo sus demandas. Eso es posible, no excesivamente difícil, incluso sin salirse de las normas legales existentes.
4.- Comenzar a diseñar el “día después”. Todo lo referente a reinserción, reconciliación, y compensación a las víctimas de un conflicto que ha generado mucho dolor en ambas orillas.

No va a ser fácil, pero si no iniciamos ya el camino estaremos perdiendo un tiempo demasiado valioso.

Es el tiempo de los valientes. Hace años escribí que Zapatero era uno de ellos, que podía pasar a la historia de este país -ponga aquí cada cual lo que le parezca- como el “Presidente de la paz”, pero el atentado de la T4 me hizo pensar que eso no sería posible. Ahora de nuevo renace la esperanza. Algo puede intuirse cuando en una entrevista reconoce que para ETA tiene un plan A, otro B e incluso un C. Espero que acierte y no sea sólo un problema de abecedario, porque éste también es tiempo de audacia, imaginación, generosidad, y diálogo para la paz.

Quizás no debamos dejar sólo en sus manos (las de Batasuna, ETA, Estado, partidos) los movimientos. Quizás los valientes que en ambas orillas de este río de aguas turbulentas podemos estar de acuerdo, aunque existan matices, en lo que planteo en este artículo, debamos unirnos en un grupo de presión social y política que abarque las dos orillas. Quizás todas las iniciativas existentes hasta ahora sean estériles porque sólo son de una parte y debamos construir algo transversal, enriquecido, plural que ayude con más eficacia.

Yo al menos estoy dispuesto ¿hay alguien más ahí?


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