Lo escribí hace días en tierras lejanas, ahora dejaría todo lo escrito, no voy a variar mis ideas en función de acontecimientos por muy terribles que sean, y los de ayer y hoy lo son, pero sí añadiría algo sobre mi hastío, sobre mi decepción al ver constantemente dinamitados los puentes que intentamos construir. Algún día, cuando el terror acabe, supongo que alguien recordará que hubo gentes en los momentos más difíciles, que seguimos creyendo en el diálogo y el entendimiento, frente a la muerte y la sinrazón. http://www.deia.com/es/impresa/2009/07/30/bizkaia/iritzia/582859.php