Reflexiones, desde mi propia libertad

¿Qué puedo decir de lo ocurrido en el Congreso de mi partido? ¿Debo ser políticamente correcto, disciplinado, respetuoso con el resultado, o muy al contrario debo optar por la libertad de pensamiento que se transforma en de expresión al ponerlo negro sobre blanco, honesto, al menos conmigo mismo, sincero, valiente? Conociéndome está claro que optaré por la segunda opción, sin ningún miedo ya que siempre camino ligero de equipaje, sin temor a la represalia mezquina de quienes desde la victoria ignoran que aún quedamos ciudadanos libres. Esa es la clave, una de las claves, la libertad, la esencia de la izquierda junto con la ética.

Pocas veces me he sentido más impresionado por la pobreza ideológica, la sensación de sumisión, la falta de coraje, de lucha. ¿Cómo alguien se puede identificar como de izquierdas sin ese bagaje? Pocas veces he visto tal cúmulo de despropósitos, de presiones, manipulaciones, traiciones. ¿Cómo alguien que practica estas sucias tácticas puede considerarse de izquierdas? Pocas veces he palpado de manera tan directa el miedo, el terror a la palabra, a la palabra en libertad. ¿Cómo alguien que se define de la izquierda puede tener miedo a la palabra, a la libertad de expresión?

Fui allí con la ingenua ilusión de luchar por un cambio en la deriva que suponía una ponencia reaccionaria, hecha a la defensiva sin ninguna aportación ilusionante ni novedosa. Aporté las mías, algunas revolucionarias para los oscuros tiempos que corren, pero todas perfectamente entroncadas en lo que entiendo debe ser un Partido Socialista moderno, que intente transformar la sociedad navarra y no sólo interpretarla. En lo interno recuperando la democracia de las primarias, las listas abiertas, el límite de mandatos o la limitación de cargos, en lo externo una línea clara de confrontación con la derecha, la colaboración con Euskadi, medidas para la pacificación, o la novedosa Euro región. Una revolución. Todas ellas fueron arrasadas sin ninguna misericordia.

Intenté mirar más allá de las negativas, intentando adivinar si era un problema táctico o estratégico. No lo logré, porque no vi nada, absolutamente nada en las miradas de los ponentes. El vacio. Eso me estremeció, y entendí que allí no se venía a debatir ideológicamente, solo se iba a poner a quien más pudiera aportar a las ambiciones personales de cada protagonista. Lamentable.

Subí la veces que pude y me dejaron (también en esto hubo limitación) para intentar convencer, con la cruel sensación de la soledad. Soledad acompañada por un limitado número de compañeras y compañeros que supongo coincidían con mis planteamientos, pero soledad. No tengo muy claro si me llegaron a escuchar, sólo midieron el mensaje por el mensajero, o quizás tenían claro que era un hereje intentando llevar mi palabra a lo que realmente era una ceremonia de sainete. El caso es que ni una de mis propuestas vio la luz. Con curiosidades tan contradictorias como que las mismas propuestas que se aprobaron por unanimidad hacía 15 días en esta ocasión fueron rechazadas. ¿Se puede entender? ¡Pero seré ingenuo! Claro que se puede entender; estamos en el PSN.

Reconozco que en un momento dado sentí que aunque mi cuerpo seguía en aquel esperpento con vitola de tragedia, mi espíritu se había ido. Era como si un mecanismo de autodefensa para proteger mi salud mental me obligara a hacerlo. Viví la última etapa del Congreso, incluida la intervención de Zapatero, como en una nube, como si aquello ya no fuera conmigo. Probablemente de no haber sido así habría salido corriendo definitivamente, pero había algo que me impedía hacerlo. ¿Quizás la esperanza de que se pueda reconducir en el futuro? ¿Quizás el apoyo de aquellos jóvenes, de aquellos compañeros que habían estado codo con codo intentando evitar lo inevitable, tan ignorados como yo y que tenía cerca? Es probable, porque son la esperanza de un futuro mejor.

Ahora desde la reflexión de algunas horas después siento la amargura de una, otra, oportunidad perdida, la sensación de frustración, de pena por ver a un partido en el que llevo tantos años, y que debería liderar un verdadero proyecto de cambio, de rodillas, postrado, anclado en el pasado, sin ningún futuro.

¿Y ahora qué? Pues ahora me toca admitir la decisión democrática, aunque haya sido con profundas carencias de algunas normas básicas, y respetar, perdón aceptar, (el respeto es algo mucho más importante que se deben de ganar, porque ahora no lo tienen), a quienes han sido elegidos. Pero en ningún caso a cambio de la dejación de la defensa de mis ideas que continuaré haciendo el tiempo que me permitan. Dije hace tiempo que quienes piensan como yo no pueden ser mayoritarios en un partido como el PSN, pero sí somos imprescindibles, como imprescindible es que en un partido, especialmente si es de izquierdas, se mantengan las voces críticas. El tiempo dirá si en este PSN eso es posible o no.

Resistir es vencer. Seguiré resistiendo una vez restañe las heridas, que las ha habido y variadas, algunas han venido de aquellos que creía estaban en mi mismo campo, quizás porque lo más parecido en política a una tragedia de Shakespeare sea un congreso del PSN. Mantendré alta la bandera con la que estuve allí, y después de entrar erguido, y salir erguido debo reconocer que con algún esfuerzo añadido, intentaré mantenerme así. Con la conciencia tranquila de haber hecho lo que tenía que hacer, sin presionar, coaccionar, humillar, o traicionar a nadie.

Creo en la política, amo la política como un elemento imprescindible de la sociedad, pero también creo en la limpieza y transparencia de esta. Creo en la lealtad cuando no hay nada a cambio, en la coherencia, la honestidad, en la ética, pero sobre todo creo en la libertad.

Así soy y así seguiré, aunque eso no guste o quizás asuste, a los que mandan.

Comentarios

  1. Amigo mío, déjame llamarte así porque así te siento, tu escrito es un grito desgarrado que me ha tocado todas las cuerdas de mi sensibilidad, porque, por encima de todo, es desazón, es amargura, es impotencia, es frustración, y ¡tantas cosas más!, y las he sentido como mías

    Querido amigo, a pesar de sentirte como un AVE FÉNIX que renace de las cenizas, me has preocupado, ¡cuídate mucho! y sigue escribiendo mucho, creo que es muy bueno para ti.

    Seguro que tienes amigos y gente que te quiere, pero sígue escribiendo, porque todo eso que llevas dentro lo tienes que sacar fuera, si no lo sacas te puede destrozar la salud. Te lo digo desde la comprensión de alguien que ha estado por esos lares.

    Nunca consejos ¿haya alguien todavía que es capaz de dar consejos a nadie? pero si una sugerencia, tienes que generar una base de esperanza, porque desde la desesperanza no sale nada constructivo, y aunque suene a pragmatismo barato, hay que construir, desde el dramatismo asustamos, desde la coherencia se establecen reflejos en los que la gente se siente incómoda, y vivimos con los demás, con sus miserias y sus fracasos, en otras circunstancias pero iguales a los nuestros.

    Estamos en la superviviencia pero hay que desdramatizar, simplemente porque uno es responsable sólo de lo que es, y puede lo que puede,no existen justicieros y vengadores en un mundo reglado y compartimentado, hay que tener humor para relativizar las cosas y los acontecimiento, y adquirir distancia, adquirir sentido del humor y dar valor a muchas pequeñas cosas que están ahí y que a veces no valoramos. Simplemente hay que aprender a vivir mejor.

    Espero que estas notas no te parezcan sacadas de un manual al uso para domesticar y amansar personas y personalidades junto con unas cómodas pastillas.

    Estoy convencido que en tu gente, en tu música, en tus lecturas y en muchas más cosas, tienes tu equilibrio, -el tuyo-. Entiende estas notas simplemente como una preocupación por alguien con quien desde la distancia y en otras cicustancias ha estado, y de vez en cuando esta por esos lares, buscando su propio equilibrio emocional.

    Un abrazo y un saludo cariñoso.

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  2. Amigo José Luis.
    Me enternece y me enorgullece ser amigo tuyo al leer tu última reflexión.
    Me asombra, como tantas veces te he dicho, la inagotable capacidad de resistencia que demuestras permaneciendo en la militancia activa de un partido como el PSN; sin conocer los recovecos que asoman en tus descripciones, para algunos como yo la prueba ultima de la sumisión al poder la dio cuando acató la imposición brutal de la dirección federal en la formación del gobierno navarro.
    Nunca me han sorprendido las cosas que me has contado y por tanto tampoco las que cuentas aquí, pero tú nunca has dejado de sorprenderme, siempre para bien.
    En fin, como dicen por aquí debajo otros comentaristas, ¡mucho ánimo y no decaigas nunca! (aunque no se cuánto durarás en ese partido).
    Un abrazo muy fuerte.
    Juan Carlos Rivas
    P.S. Te agradezco mucho que hayas añadido mi web en tu lista de enlaces, aunque creo que deberías especificar a tus lectores que se trata de un sitio de fotografías.

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  3. Amigo Jose Luis:

    El problema de las utopías es que no se sabe si están en el pasado o en el futuro, y tú eres un utópico, enorgulleciéndote de serlo.

    Parece como si la posibilidad de una democracia más participativa fuese una utopía del pasado.

    No es que esté en cuestión la izquierda desde la propia izquierda, es que está en cuestión el concepto de democracia.

    Actualmente los partidos políticos se me antojan como grupos de presión compuestos por muñidores a espaldas del electorado.

    ¿Qué es eso de que la nueva ejecutiva se reúna al día siguiente del congreso para definir la estrategia? ¿Es que no está ya definida por las resoluciones del congreso? Y más aún... ¿por qué está desligada la elección del secretario general/ejecutiva de las resoluciones congresuales?

    Que se enteren los muñidores de prebendas: La democracia no os pertenece; es de los ciudadanos. Recordadlo.

    Les da igual; en realidad, más vale pájaro en mano que ciento volando, piensan. Aquí líder de cotarro, allá un cargo en la CAN, aquí invitaciones a eventos pastelosos para reir sin ganas con otros mediocres con intereses parecidos, allá declaraciones ampulosas sobre el interés general... El declive del PSN a manos de la democracia mediática, el nuevo despotismo ilustrado.

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